Los secuestros virtuales son una epidemia. Como aves de rapiña, los estafadores atacan por la noche a las personas más indefensas. Buscan en las llamadas voces que se escuchen débiles y las hacen caer en el engaño. El posible riesgo de vida de un ser querido azota a las víctimas, que caen en la trampa de la desesperación.
Para los investigadores la prevención de este tipo de hechos es simple. Basta con tener algunas ideas claras y aplicarlas en los momentos de desesperación para prevenir ese mal momento:
* Es recomendable cortar la comunicación inmediatamente.
* Desde otra línea telefónica verificar que el familiar o allegado se encuentre bien. Comunicarse al 911, aun cuando le exijan que apague todos los otros teléfonos.
* Nunca decir nombres o aportar otra información sobre el grupo familiar que pueda ser utilizada por los delincuentes, aunque el interlocutor afirme ser policía, ya que por lo general los delincuentes dicen que se encuentra accidentado o que capturaron a «un familiar», sin precisar la identidad. Es importante solicitar a la persona que llama, el nombre y apellido de quién supuestamente se encuentra en una situación de emergencia así como la descripción física, información de la vestimenta, el lugar y las circunstancias del suceso que habría padecido.
* Siempre dé aviso a la policía antes de entregar efectos de valor.
* No brindar por teléfono información que permita su identificación o la de su familia.
*Conocer la modalidad delictiva y divulgar ese conocimiento en su entorno familiar, les permitirá estar alertados ante una posible llamada y evitar ser víctimas del engaño.
*Es fundamental en todos los casos realizar la denuncia al 911 aun cuando se haya evitado el engaño, porque permite investigar y prevenir esta modalidad delictiva y consultar sobre el avance de la pesquisa en la fiscalía.