El lunes por la tarde un grupo de empleados de la Comisaría 18º se preparaba para entregar a dos presos en la Jefatura. Estaban en una calle interna del predio más importante de la Policía local, que está ubicado en la manzana delimitada por las calles Marc, 1209, Avenida Francia y Avenida Ovidio Lagos — estas dos últimas a la altura del 5200—, esperando ser atendidos por un grupo de peritos.
Debían dejar en custodia a un hombre de 36 años, que tenía pedido de captura del Juzgado de Ejecución Penal, y a un muchacho de 20, que era requerido por la Fiscalía de Flagrancia y Turno, por un hecho de tentativa de robo calificado agravado por la participación de un menor.
De acuerdo con el relato de uno de los empleados de la seccional 18º, en un momento dado del trámite el más joven de los detenidos abrió la puerta del patrullero en el que era trasladado —que supuestamente tenía activado el sistema de seguridad— y salió corriendo. Saltó los paredones del perímetro del predio y desapareció sin dejar rastro.
El esclarecimiento del hecho quedó a cargo de la Fiscalía de Violencia Institucional, desde donde se dio aviso a la División Judiciales de la Unidad Regional II.