Un hombre se encadenó en la puerta de un galpón de agrotóxicos en la localidad santafesina de Bernardo de Irigoyen en señal de protesta por la salud de su hija de 4 años, a quien le detectaron glifosato en sangre. El papá, quien lleva adelante una lucha desde hace dos años, demanda el traslado del lugar, que se encuentra a 30 metros de la vivienda de la familia.
La noticia fue difundida por Info Más. La reacción de Waldo, padre de Ludmila, que está por cumplir 4 años y padece problemas físicos a raíz de la contaminación en sangre por glifosato, se desprende de una larga pelea que data de dos años e incluye denuncias penales a la empresa de agrotóxicos que desarrolla tareas en una zona residencial de Bernardo de Irigoyen, a escasos metros de donde la menor vive con su familia. La nena tiene alto riesgo de contraer leucemia y debe usar barbijo, entre otros recaudos.
Edelmiro, el abuelo de Ludmila, la nena de cuatro años cuyo padre tomó la drástica decisión, relató al citado medio que el galpón «está clausurado desde el 11 de agosto por un juez pero se utiliza igual». Además, indicó: «El juez local ahora dice que están autorizados a trabajar. Acá son todos cómplices y hay plata de por medio”.
El diagnóstico de Ludmila es contaminación por químicos. “Se lo detectaron cuando tenía un año y ocho meses y desde entonces le debieron hacer tres transfusiones de sangre. Ella ya sabe, capta el veneno a la distancia cuando están fumigando o trabajando y se descompone”, agregó el abuelo.
