Lo miraban de reojo, fue muy resistido, trabajó en silencio, resistió en su cargo en base a resultados, hizo el recambio que pedían muchos y acertó con varios plenos de futbolistas que pocos tenían vistos. Lionel Scaloni es el entrenador que rompió el maleficio, que terminó con la racha adversa de 28 años sin títulos del seleccionado mayor de Argentina. «Cuando todos tiramos para adelante es difícil que no nos vaya bien», aseguró.
«Lógicamente es un título grandísimo, especialmente para la gente. Que los argentinos disfruten. El hincha es incondicional a la Selección. Yo creo que se sienten identificados con este equipo que nunca baja los brazos», dijo el técnico que comenzó su recorrido en el cuerpo técnico albiceleste como ayudante de campo de Jorge Sampaoli y tras el Mundial de Rusia fue designado como reemplazante del Zurdo, primero como interino y luego fue confirmado.
Mientras los dirigentes de AFA querían a otros entrenadores de mayor renombre como Marcelo Gallardo, Mauricio Pochettino o Diego Simeone, el campeón Sub 20 en 1995 hizo lo suyo. Trabajó y se ganó su lugar. «Hay que darle naturalidad a las cosas. Los partidos son todos difíciles, va a haber muchos obstáculos y eso no puede ser excusa», analizó con tranquilidad tras la enorme conquista en el Maracaná y agregó: «Cuando todos tiramos para adelante es difícil que no nos vaya bien. Tenemos una cultura futbolística difícil de encontrar en otros países. Cuando todos se alinean, se pueden lograr grandes cosas».
Por último, hubo un momento para que Scaloni realice una emotiva dedicatoria: Quiero dedicarle el triunfo a mi vieja, a toda mi familia, a mi pueblo (Pujato) y no olvidarme de los chicos que han intentado ganar la Copa. Es para ellos también».
