16°
viernes 26 de abril del 2024

Sampaoli: 15 formaciones, 7 esquemas y 49 jugadores

El ciclo de Jorge Sampaoli al frente de la selección argentina fracasó por donde se lo mire. No sólo desde los crudos resultados que marcan una tempranera eliminación del Mundial de Rusia, sino lo que es incluso peor, una identidad futbolística que jamás estuvo al menos cerca de encontrarse.

Su presentación oficial como nuevo entrenador de la Albiceleste fue el 1 de junio de 2017, sí, apenas 13 meses atrás. La primera gran decisión de Claudio Tapia como presidente de AFA, entidad que se hizo cargo de la rescisión del contrato que unía al casildense con Sevilla: siete millones de dólares.

Pocos días después, el 9 de junio y en Melbourne, Australia, Sampaoli tuvo su primera prueba y fue ni más ni menos que ante el Brasil de Tite que ya estaba en su momento de gracia arrasando con cualquier rival que tuviese enfrente. Con gol de Gabriel Mercado, Argentina se impuso 1-0 para que el ciclo del Zurdo comience con el pie derecho.

Los primeros once que eligió Sampaoli, con un esquema 3-4-2-1, fueron: Sergio Romero; Mercado, Jonathan Maidana y Nicolás Otamendi; José Luis Gómez, Lucas Biglia, Éver Banega y Ángel Di María; Lionel Messi y Paulo Dybala; Gonzalo Higuaín. 

Cuando todo era alegría. Argentina vencía 1-0 a Brasil en el debut de Sampaoli.

Posteriormente llegaría un juego que poco dejó para el análisis: la goleada 6-0 frente a Singapur, que fue tan débil rival que el ex entrenador de Chile se animó a poner en cancha una insólita línea de dos jugadores en defensa conformada por Emanuel Mammana y Federico Fazio. Además, aquel día utilizó la figura del «falso 9», que tanto dolor de cabeza trajo en las últimas horas, posición que ocupó Joaquín Correa.

Hasta llegar a la angustiante clasificación al Mundial, cambió y cambió

Frente a Uruguay en el Centenario, donde creyó que era negocio el empate y el 0-0 no se movió e incluso durante la última media hora pareció un pacto tácito de no agresión, Sampaoli dispuso nuevamente del 3-4-2-1 que usó ante Brasil. Lo que resultó muy llamativo fue la posición de Marcos Acuña como lateral-volante por derecha y el zurdo ex Racing lo sufrió.

Frente a Venezuela volvió a repetir ese dibujo táctico y esta vez el encomendado a hacer toda la banda derecha fue Lautaro Acosta. Tampoco funcionó y fue igualdad 1-1 en cancha de River. Cada vez más complicada la clasificación a Rusia.

Momento de enfrentar a Perú con la Bombonera como escenario, para ver si la «presión» de la gente lograba el efecto deseado. Allí el casildense probó algo más sencillo de aplicar: un 4-2-3-1, con Javier Mascherano como segundo marcador central y Darío Benedetto como novedad en el ataque. Argentina generó situaciones propicias pero no las concretó e igualó 0-0. 

Con la soga al cuello, la Selección fue a Quito para visitar a Ecuador, ya eliminado y con una formación con varios juveniles. El técnico nacional apostó por lo que más le gusta, la línea de tres en el fondo, sumado a cuatro hombres en el medio y tres de punta. El esquema tuvo resultado porque se inspiró Leo Messi con un hat-trick para el 3-1 que significó meterse a la Copa del Mundo por la ventana.

Argentina se sacó una pesada mochila de encima y conseguía el pasaje al Mundial.

Llegó el momento de las pruebas amistosas: alarma encendida ante Nigeria y cachetazo histórico de España

Tras asegurar su presencia en el Mundial de una forma angustiante, Sampaoli y sus dirigidos el 2017 con una doble fecha FIFA de amistosos en Rusia que comenzó con un triunfo 1-0 ante los locales con gol de Kun Agüero, que había sido «preservado» en las eliminatorias. El DT probó con otro nuevo sistema, el 3-3-3-1, con Kranevitter de volante central y Lo Celso como uno de los internos, como principales novedades.

La gira se completó con un encuentro que arrancó bien pero terminó de forma pésima para Argentina. Muy buen primer tiempo ante Nigeria en Krasnodar insistiendo con el 3-3-3-1, Agüero y Banega marcaron para la victoria parcial 2-0. Desde el final del primer tiempo y durante todo el complemento, total desequilibrio albiceleste y los africanos ganaron 4-2. Ese encuentro sepultó las aspiraciones del arquero Marchesín.

Ya en marzo de este año, la victoria 2-0 ante Italia en Manchester tapó el bosque. Antes de los goles de Banega y Lanzini, Caballero debió aparecer para decirle que no a los intentos de la Azzurra. Ese día se impuso el 4-2-3-1 y apareció el lateral derecho de Independiente Fabricio Bustos. 

El doloroso pero necesario baño de realidad llegó a los pocos días en Madrid. España, más y menos trabajada, con una idea clara, vapuleó al desconcierto argentino que siempre fue la Selección con Sampaoli. 6-1 lapidario para que se vayan al demonio las pocas certezas previas.

Higuaín se lamenta, de fondo, España festeja la aplastante goleada.

Lo poco que dejó Haití, Sampaoli se encargó de borrarlo

El combinado centroamericano fue un simple partener para la despedida del país en la Bombonera antes del Mundial. Fue 4-0 jugando a media máquina, con tres de Messi y uno de Agüero. ¿El esquema utilizado? 4-2-3-1. ¿Conclusiones? Según el técnico, todo hacía prever titularidad casi indiscutida para Lanzini y Lo Celso. Más tarde, uno se lo perdería por lesión y el otro sería un impensado espectador de lujo. 

Islandia, Croacia y Nigeria, tres partidos, tres esquemas, pruebas y más pruebas

Parecía todo bastante claro para el debut en el Mundial frente a los «Vikingos». Nada de eso: Sampaoli, fiel a su costumbre, cambió lo entrenado en Barcelona, adentro Biglia para superponerse en la tarea del medio con Mascherano frente a un rival que no lo requería. Otro error grosero, Salvio de 4. Empate 1-1 y decepción.

En el segundo encuentro, los balcánicos desnudaron todas las falencias de la improvisación nacional. En medio del Mundial al Zurdo se le ocurrió regresar a la línea de tres con Mercado por Rojo. Además volvió a exigir a Salvio como lateral-volante derecho y mandó a la cancha a Enzo Pérez, que se sumó por la lesión de Lanzini. Todo mal: Croacia goleó 3-0.

Reunión mediante entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, se decidió «consensuar» la formación y nombres para la «final» ante Nigeria para zafar del papelón de la eliminación en primera fase. Algo más simple y acorde al momento de Argentina: 4-4-2, más el regreso de los históricos y el ingreso de Higuaín por Agüero. Algo de qué agarrarse en lo futbolístico en el primer tiempo, con la sociedad Banega-Messi funcionando. El 2-1 final con el tanto de Rojo fue más bien a puro corazón pero sin tanta responsabilidad de la táctica o la estrategia.

Messi y el héroe Rojo gritan con todo el 2-1 ante Nigeria. Fue desahogo y milagro.

¿Habrá servido esa clasificación agónica para que Argentina resurja? Era la pregunta tras la victoria sobre los africanos. Al corazón puesto debía acompañarlo un plan, lo más lógico parecía ser no tocar nada, pero Sampaoli no pudo. Para los octavos de final ante Francia decidió el ingreso de Pavón por Higuaín, con Messi de «falso 9». Insólito e increíble. Los galos le dieron a la Albiceleste una paliza desde todo tipo de aspectos y ya no hubo milagro posible. El 4-3 es solo estadístico, debió ser goleada. 

Fin de la ilusión, que solo tuvo forma porque soñar es gratis. Sin DT es imposible.

El ciclo de Sampaoli en números

15 partidos dirigidos: siete ganados, cuatro empatados y cuatro perdidos. 27 goles a favor, 20 en contra. En el Mundial anotó seis tantos y recibió nueve.

15 formaciones distintas: jamás repitió los mismos nombres de un encuentro al otro.

7 esquemas tácticos utilizados: el más utilizado fue el 4-2-3-1 (cinco veces). Lo siguió el 3-4-2-1 (en cuatro ocasiones).

49 jugadores usados: Nicolás Otamendi fue el que más jugó (14). Lo siguen: Ángel Di María (13), Éver Banega (12), Lionel Messi (11) y Javier Mascherano (11).

7 goles anotó su máximo artillero: fue Messi, que convirtió un hat-trick ante Ecuador y otro contra Haití, además del tanto frente a Nigeria en el Mundial. Lo siguió Sergio Agüero con cinco conquistas, dos en la Copa del Mundo (Islandia y Francia).