La salmonelosis es una de las intoxicaciones más comunes en los humanos, junto a la shigelosis y el síndrome urémico hemolítico por Escherichia coli.
La salmonelosis es provocada por la bacteria Salmonella y está estrechamente ligada con la ingesta de ciertos alimentos sin adecuada preparación.
Este patógeno tiene la particularidad de alojarse en el intestino de los animales y humanos contaminados y se transmite mediante sus excretas o heces.
En la faena y procesamiento (en caso de pollos o vacas), estos pueden contaminarse y llegar al comensal, que desarrolla la patología.
Los humanos se infectan con mayor frecuencia mediante el agua o alimentos, a través de lo que se conoce como contaminación cruzada.
“Se trata de una bacteria que causa una gastroenteritis o infección gastrointestinal. Se manifiestan con fiebre, dolor abdominal, diarrea y en algunos pacientes, sobre todo en los más chiquitos, ancianos o personas inmunosuprimidas, las consecuencias de una infección así pueden ser potencialmente graves, con alta deshidratación”, explicó la doctora María Ximena López Mujica médica clínica, especialista en medicina interna del Hospital Alemán.
“Es frecuente en la carne vacuna y de ave, huevos de gallina y pato, leche y productos lácteos, pescados y camarones (por agua contaminada con heces), aderezo preparado con huevo no pasteurizado, frutas y verduras (no lavadas correctamente), entre otras. De todos estos, los más frecuentes son los huevos”, agregó.
Ramiro Heredia, médico especialista en Medicina Interna del Hospital de Clínicas, señaló: “Si identifica un brote de salmonela typhi o paratyphi, uno trata de aislar a la persona afectada y de optimizar las medidas de prevención, entre las que se encuentran la adecuada higiene y cocción de alimentos. Siendo que los grupos de riesgo con los adultos mayores de 65 años, los menores de 5, los inmunocomprometidos y las embarazadas”.
Según precisaron médicos de la Clínica Mayo de Estados Unidos, en general, las personas que tienen una infección por salmonela no tienen síntomas. Otras manifiestan diarrea, fiebre y calambres abdominales dentro de las 8 a 72 horas. La mayoría de las personas sanas se recuperan dentro de unos pocos días sin tratamiento específico.
“En algunos casos, la diarrea asociada con la infección por salmonela puede deshidratar al punto de requerir atención médica. También pueden presentarse complicaciones que ponen en riesgo la vida si la infección se propaga más allá de los intestinos. El riesgo de adquirir la infección por salmonela es mayor si viajas a países con condiciones de higiene deficientes”, agregaron.
Shigelosis, una bacteria en alimentos
Esta patología gastrointestinal es causada por la bacteria Shigella. “Es frecuente la intoxicación al manipular alimentos con las manos sucias. La persona que porta la bacteria manipula los alimentos sin la asepsia adecuada, contamina la comida y contagia a los futuros consumidores”, explicó a Infobae el doctor Francisco Dadic, médico toxicólogo del Hospital Durand y Sanatorio Las Lomas. Además, esta patología también se presenta en aquellas personas que se llevan las manos sucias a la boca, por lo cual el experto asegura que es una de las enfermedades más frecuentes en los niños.
¿Qué síntomas provoca esta intoxicación?
“Inicialmente, se manifiesta con dolor abdominal y vómitos, aunque el sello característico es la diarrea con sangre y abundante moco. La fiebre suele ser de 38 grados o más. Los síntomas comienzan uno o dos días luego de la infección, aunque pueden tardar hasta una semana en desarrollarse, y el enfermo es un vector de contagio durante todo ese tiempo”, dice Dadic.
Aunque cualquier persona puede contraerla, es más común en menores de 5 años que viven en condiciones precarias de salubridad o en los adultos que realizan prácticas de sexo oral-anal. Su tratamiento consiste en una amplia hidratación y antibióticos específicos para matar al germen.
Medidas de prevención
- Utilizar agua segura.
- Mantener la higiene en la preparación de alimentos.
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Cocinar bien los alimentos y descartar los huevos si presentan mal olor.
- Las carnes deben estar cocidas por dentro y por fuera hasta que pierdan totalmente su color rosado.
- Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.
- Si la carne tiene mal olor al momento de prepararla o perdió la cadena de frío no consumirla.
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