Sain dijo que «en Rosario hay una tercera generación de narcos, pibitos que no saben lo que es el trabajo legal”
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, habló acerca de la problemática de la violencia en Rosario y la región. Afirmó que en la ciudad hay «una tercera generación de narcos» y detalló que son «pibitos que no saben lo que es el trabajo legal”. También señaló que durante su gestión pudieron probar que en el negocio del juego clandestino se metieron Los Monos, extorsionando a Peiti».
Sobre esta causa que tiene imputados a presos a los exfiscales Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad, el funcionario dijo: “Ya sabíamos que había un entramado de fiscales comprometidos con todo esto o sectores de ciertas fiscalías regionales que nunca investigaban delitos de poder. Siempre los delitos que entran al sistema son los delitos de los plebeyos, de los morochos, pero nunca los delitos de poder. Decidimos empezar a mirar todo el conjunto del problema criminal, robos y hurtos, pero también los delitos protegidos estatalmente. Les brindamos a todos los fiscales y fiscalas todos los recursos que necesiten”.
Durante una entrevista en el programa Con Sentido Común de Marcelo Fernández en CNN Radio Rosario, Sain destacó la labor de los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, quienes encabezan la investigación: “Los fiscales demostraron que un senador (NdR: Armando Traferri, senador departamental de San Lorenzo) formaba parte de la asociación ilícita, y el senador no quiere ser desafuerado y es protegido por otros senadores. De manera absolutamente inconstitucional existen esos fueros, son fueros de privilegio. Es gente que no se somete a la investigación penal porque sospechan que si son desafuerados, pueden ser imputados y detenidos”.
“El sistema policial es corto, la gente no está capacitada, no se han formado buenos jefes. Tenemos que hacer un estudio arqueológico para conseguir jefes con capacidad de mando. Una policía deteriorada materialmente, la mitad de la policía en tareas administrativas, es muy costoso revertir eso”, cuestionó el ministro y aclaró: “El juego clandestino no es en general un delito de sangre, la gente participa de ese tipo de eventos de manera voluntaria. El crimen organizado invierte mucho en protección, el costo más alto que tiene no es el costo de producción, el costo más alto es el de protección. Sin la protección del Estado no podés tener una red de juego clandestino, porque los lugares donde se desarrolla son lugares conocidos”.
Con respecto a los vínculos de este delito con el narcotráfico, Sain afirmó: “Lo que hemos probado nosotros es que en el negocio del juego clandestino se metieron Los Monos, se metió el Guille Cantero porque comenzaron a extorsionarlo a Peiti. Los fiscales que estaban investigando el asesinato de aquel señor en el City Center en enero del 2020, termina con la elucubración de un juego de extorsiones que Guille Cantero y su gente le hacían a Peiti. El fiscal general de Rosario está preso, no se entiende la envergadura de lo que pasó en Santa Fe. Eso es porque este gobierno no tiene arreglos con nadie”.
A su vez, detalló cómo se maneja en la actualidad el negocio de la droga: “Hoy tenemos en Rosario una tercera generación de narcos, que son pibitos que no saben lo que es el trabajo legal. Sus abuelos ya estaban dedicados al negocio y se criaron en Mercedes Benz y BMW. Estos pibitos lo único que tienen como valor agregado es la violencia en el control de un territorio en donde se vende algo cuyo mercado se ha reducido por las presiones económicas”.
“La única manera que tienen los gerentes desde la cárcel la capacidad de seguir controlando parte de ese mercado es a través de la violencia de estos pibes, eso explica por qué hay tanto nivel de balaceras y tan poco profesionalismo. Doy gracias a Dios que no hay mayor nivel de homicidios, porque de cada diez personas baleadas, dos mueren y ocho son heridas por arma de fuego”, continuó el funcionario.
Por otra parte, se refirió a otra parte importante en cuanto a la problemática de la inseguridad: “El robo o hurto de cosas de valor que la gente lleva en la calle, pilchas, bicicletas, responden a la crisis económica. La mayoría de la gente que recurre a estos robos no tienen antecedentes. No me refiero a motochorros, esos están muy volcados a ese tipo de delitos. Los delincuentes que manejan drogas no se dedican a robar porque manejan capital. Pero sí ha crecido mucho eso y genera mucha más sensación de inseguridad”.
Consultado sobre el policía vestido de civil que abatió a un delincuente que trató de robarle, Sain valoró el accionar del oficial, pero descartó que se lo vaya a condecorar: “Actuó con un fuerte profesionalismo, pero la labor que ha hecho él es lo que debe hacer un policía cuando lo hace correctamente y en el marco de la ley. Destacamos algo que debería ser moneda corriente, pero cualquier muerte para nosotros es una desgracia. El policía recibió disparos, claramente fue un acto de legítima defensa”.
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