Algunas ciudades, incluso provincias, se sumaron a la obligatoriedad para que sus ciudadanos lleven barbijos o tapabocas. En el caso de Rosario, trascendió en horas de la mañana de este lunes que desde el municipio se evalúa la posibilidad, pero que dependerá de la decisión que tomé el gobernador Omar Perotti quien sigue las órdenes del Gobierno nacional que analizará la posibilidad de disponer la obligatoriedad.

Tras largas discusiones por parte de especialista sobre el uso de esta herramienta preventiva, de a poco se fue logrando un consenso para su uso y hoy tiene alta aprobación, incluso de las entidades de salud que llevan adelante las tareas de prevención de la pandemia.

Vale la pena aclarar que se trata de tapabocas convencionales y no de barbijos quirúrgicos y es por eso que la medida espera definición, ante la posibilidad que aumente notablemente la demanda y esto genere un faltante de barbijos quirúrgicos, necesarios para el personal de salud. Ciudades como Buenos Aires prohibieron la venta, más específicamente de los barbijos N95. Para obtenerlos debe acreditar ser personal de salud.

Como lo viene haciendo el municipio, quien trabaja en conjunto con la provincia, sostienen desde el Palacio de los Leones que la decisión va a ser conjunta o en todo caso de parte de las autoridades provinciales. Igualmente y mientras tanto se evalúa cómo se pondrá en vigencia la norma en caso que tenga consenso de las autoridades. Por lo cual se elaboraría un pplan de multas muy fuertes como lo hizo el gobierno porteño.

Clarín publico este lunes que Gobierno nacional analizará la posibilidad de disponer la obligatoriedad del barbijo o «tapaboca», para la nueva etapa de la cuarentena, ante la llegada del coronavirus a la Argentina.  El Comité de Expertos que asesora al presidente Alberto Fernández evaluará en la reunión convocada para el arranque de la semana si se dispone la obligatoriedad del uso de «tapaboca» en la vía pública y para algunas actividades.

El mismo artículo revela que la sugerencia se publicará pero no está definido, todavía, el alcance de la misma y si, en algunos casos, podría ser obligatoria. Lo que está claro es que se insistirá con que se trate de «tapabocas» o «protector facial».

«El punto es que sean caseros, para no presionar la demanda sobre un insumo básico que debe utilizar el personal de asistencia médica», explicaron al matutino desde el Gobierno.