Rocío Oliva, sobre los últimos días de Maradona en vida: “Murió solo, abandonado y triste”
Rocío Oliva, ex pareja de Diego Armando Maradona, se refirió a los últimos días del astro argentino en vida y cuestionó: «Murió solo, abandonado y triste». A la joven le prohibieron el ingreso a Casa Rosada cuando se desarrolló el velatorio y admitió: “Me dolió no poder despedirlo. Me quedo con los años compartidos, videos, escuchar cosas de él».
“Hay que seguirla, tengo que trabajar, la vida sigue. Cuesta, pasan los días y es peor. Este es mi trabajo, vivo de esto, a esto me debo y me gusta y a él le gustaba que lo homenajeen viendo sus goles”, destacó en diálogo con el programa Fútbol Sin Manchas de Canal 26. “Instalar una sala médica en la casa de Diego era imposible, si él no se dejaba”, aclaró.
Para Oliva “el problema empezó cuando le dieron el alta en la Clínica Olivos, no lo cuidó nadie», a su vez contó: «A Diego hace un año que no lo veía, y eso hizo que yo no sea la señalada. Desde el momento en que me separé, no lo pude ver más. Yo no me negué nunca a verlo; por eso el día en que lo internaron la llamé a Claudia (Villafañe) y me puse a disposición”.
Consultada sobre las versiones acerca que le impidieron visitar a Maradona en su cumpleaños 60 (el pasado 30 de octubre), la joven de 30 años dijo: “Nunca me llegó una invitación. Yo hubiera ido, el llamado a Claudia fue para eso. Siempre estuve a disposición de Diego. No sé quién me cerró la puerta para verlo. He saltado rejas para ver a Diego y hay cosas que me les guardo para mí y él las sabía. Yo hacía todo por Diego pero en un country no podés hacer mucho».
En referencia al difícil momento que atravesó en la madrugada del jueves pasado cuando trató de ingresar a Casa de Gobierno y no la dejaron, Rocío afirmó: “Me dolió no poder despedirlo. Me quedo con los años compartidos, videos, escuchar cosas de él». En cuanto a su relación con el 10, que duró más de seis años y se terminó en 2018, señaló: “No me arrepiento de haberme separado de Diego, me separé en buenos términos. Él me decía que yo era joven, que tenía que encontrar un buen hombre y que tenía que presentárselo a él”.
“Voy a ir al cementerio para poder despedirme porque necesito hacerlo. No sé si otro hombre me amará como él. Lo voy a ir a visitar siempre aunque pasen los años”, afirmó con tristeza y agregó: “Cuando estaba conmigo, Diego estaba contento porque se había reencontrado con su hijo de Italia y Jana después de muchos años. Quizás le quedó como deseo verlos a todos juntos”.
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