El arresto se dio por casualidad. El domingo por la tarde un grupo de empleados de la Brigada Motorizada decidieron identificar a dos jóvenes que se movían en una moto por 9 de Julio y Moreno. Les cortaron el paso y procedieron a identificarlos.
Los nombres de los sospechosos no figuraban en ningún registro policial; por lo que los uniformados comenzaron a requisar sus pertenencias. Mientras los revisaban los pesquisas notaron que un celular no paraba de sonar. El teléfono estaba entre las pertenencias de los jóvenes demorados, por lo que los policías decidieron atenderlo.
Cuando contestaron los pesquisas escucharon cómo del otro lado de la linea una chica les contaba que ese teléfono era de ella y se lo acababan de robar dos muchachos en la localidad vecina de Roldan.
Los dos supuestos ladrones, de 20 años, quedaron detenidos en una comisaría de la zona, a disposición de la Justicia provincial.