River tuvo una noche extraordinaria y este sábado por la noche aplastó a Godoy Cruz, al golearlo 6 a 1 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, en el encuentro correspondiente a la sexta fecha de la zona 1 de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.
Los goles del «Millonario», que a los 22 minutos del primer tiempo ya ganaba 4 a 0, fueron de Rafael Borré, que en una actuación excepcional hizo cuatro, Matías Suárez y Julián Álvarez.
Valentín Burgoa, a los 31 minutos del complemento, hizo el gol del honor para el local (fue el 1-6).
Con la victoria, River (que venía de empatar 1-1 el superclásico con Boca en la Bombonera), llegó a las 10 unidades y quedó quinto, pero todavía afuera de los cuatro puestos que clasifican a la fase final (Colón, Estudiantes, Central Córdoba y Banfield).
El equipo de Sebastián Méndez, en cambio, sumó su segunda caída consecutiva (0-2 con Argentinos) y tiene por delante un desafío mayor: recuperarse de este golpe recibido.
Como los desafíos barriales de ping-pong, 7-0 partido, 11-1 también, el choque debió terminarse a los 22 minutos del primer tiempo, cuando Julián Álvarez puso el 4 a 0.
Ese código de evitar la humillación cuando la falta de equivalencias es contundente, aun constituyendo una rareza, algo poco habitual, se tradujo esta vez, como suele suceder en el fútbol, en una desaceleración de River, que antes del descanso sólo apretó una vez más para ponerse 5-0.
Hasta el 4-0, entonces, y a pesar de las ausencias (no dispuso de defensores en el banco por las ausencias de Montiel, Pinola, Rojas, Casco y Angileri) el equipo de Marcelo Gallardo recuperó la fisonomía que en cierta forma había perdido a partir del cambio de nombres: la salida de «Nacho» Fernández le restó funcionamiento y el colombiano Carrascal no le había dado, hasta aquí, soluciones.
Ante Godoy Cruz Gallardo sacó a Carrascal, metió de entrada a Julián Álvarez (funcionó bien) y buscó construir no solamente desde la salida clara y los pases filtrados de Enzo Pérez sino, fundamentalmente, desde el gesto de De la Cruz y Palavecino: bajar hasta la mitad de cancha, sobre todo por el sector derecho mientras Vigo arrastraba las marcas, para crecer con paciencia y aprovechando espacios.
Así, a los seis minutos sacó ventaja: Paulo Díaz llegó hasta tres cuartos de cancha, Palavecino filtró, Matías Suárez superó su marca por izquierda y cedió para Borré, solo, para el 1 a 0.
Fue el primero de una ráfaga feroz ante la que los mendocinos no pudieron hacer nada: aumentó Suárez a los 15m, Borré hizo su segundo tanto de la noche a los 19m y a los 22m llegó el gol de Álvarez, que corrió en soledad casi desde la mitad de cancha mientras tenía dos compañeros golpeados y tirados en el suelo, eludió a Ibáñez ya dentro del área y puso el 4 a 0.
Deshilachado, sostenido apenas por el honor o la vergüenza, Godoy Cruz apenas opuso resistencia. Con el partido terminado, ya sin morbo ni expectativas más allá del desarrollo anímico de vencedores y vencidos, Gallardo aprovechó para darles minutos y confianza a algunos de sus jugadores.
También aprovechó Borré, que elevó su cuenta personal a cuatro con un gol antes del entretiempo y otro apenas iniciado el complemento. Antes del final llegó el lindo tanto de Burgoa. También como en el barrio: zapatero nunca.
En la próxima jornada, la séptima, River recibirá a Racing Club (domingo 28 a las 18.30) y Godoy Cruz visitará a Talleres de Córdoba (mismo día pero a partir de las 14).
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