Y así fue como a partir de las 8 de la mañana de hoy comenzó la veda electoral en todo el territorio de la República Argentina. Algunos ya festejan, y no hablamos de los propios candidatos sino del grueso de los ciudadanos que miraban más publicidad política por televisión que sus programas elegidos.
La normativa veta «la realización de actos públicos de proselitismo y publicar y difundir encuestas y sondeos pre electorales, desde cuarenta y ocho horas antes de la iniciación de los comicios y hasta el cierre del mismo» y tampoco se puede «publicar o difundir encuestas y proyecciones sobre el resultado de la elección durante la realización de los comicios y hasta tres horas después de su cierre», es decir que hasta las 21 del domingo. Dentro del mismo espectro horario tampoco se podrán vender bebidas alcohólicas.
Mientras en la calle, en la televisión y en los medios radiales la veda rige con, bastante, rigurosidad, en las redes sociales y en el mundo del Internet la cosa es muy diferente.
Los candidatos de los diferentes espacios y sus equipos de prensa trabajan desde las primeras horas del día difundiendo y compartiendo fragmentos de notas realizadas durante la semana e inclusive fogueando la imagen de cada uno mediante el pago en redes sociales, paginas web y diferentes aplicaciones móviles que incorporan también publicidad.
¿Se puede hacer algo? No, realmente no, ya que dentro de la normativa de la veda electoral no se especifica absolutamente nada en cuanto a lo que respecta al mundo de la web. Alguien, en algún momento,¿propondrá que se regule la veda también en el mundo de las redes sociales y paginas web? difícilmente así sea; en primera instancia porque a todos los candidatos les sirve, y en segunda porque es imposible ejercer control frente a los diferentes perfiles que se pueden crear en las redes sociales en menos de 5 minutos.
La veda rige, pero no en la web.
