Las restricciones que dispuso provincia y acompañó la Municipalidad, ya rigen desde el primer minuto de este viernes y desde el gobierno local explicaron cuáles son los indicadores que tuvieron en cuenta para aplicar estas medidas. “Las decisiones que tomamos en momentos críticos no obedecen a privilegiar a algunos por sobre otros”, aseguró el secretario de Gobierno Gustazo Zignago.
Sobre el proceso analítico que lleva disponer medidas que restringen ciertas actividades, el funcionario contó: “El intendente Pablo Javkin construyó un esquema para darle un contexto a la toma de decisiones, que va de la mano de las evidencias. Para ello construimos un tablero de control, donde aparte de los datos epidemiológicos de carácter médico, también medimos y construimos indicadores en relación a las particularidades y circunstancias que el virus afecta, entre ellos el de la movilidad”.
Dentro de las medidas anunciadas, la de mayor preponderancia para el municipio es la de prohibición de circulación vehicular entre las 21 y las 6. En diálogo con El Puente de Radio Mitre Rosario, Zignago argumentó: “Una de las certezas que se empezaron a construir es que el virus no se mueven, se mueven las personas y la contagiosidad se de a partir de esa circulación. Estamos claramente en el desenvolvimiento de la segunda ola, un fenómeno que hemos visto en otras geografías del mundo y con particularidades diferentes a las del año pasado, nuevas cepas, otros comportamientos que adquirió la sociedad. Algunos no han acatado ciertas normas y los está afectando severamente”.
A su vez, hizo hincapié en que cambió radicalmente de la primera a la segunda ola, la franja etaria más afectada por el coronavirus: “El año pasado veíamos que los mayores de edad y los que tenían patologías preexistentes, eran las poblaciones más vulnerables, hoy vemos que ese segmento etario ha caído y viene de la mano de un segmento que no ha adquirido los hábitos adecuados para que el virus no se propague y se da en poblaciones entre 18 y 45 años. Un joven probablemente no tenga la muerte por delante pero si tiene un mayor tiempo de recuperación en camas críticas”.
Consultado sobre porqué es tan alta la ocupación de camas de cuidados intensivos, que supera el 90 por ciento en efectores públicos, respondió: “El 39 por ciento de la ocupación de camas del Heca es por accidentes de tránsito, entonces claramente restringir la movilidad, ya que somos bastante desapegados a las normas de tránsito y generamos los accidentes que generamos. Una de las maneras que tenemos de imponer que esa circulación no genere más accidentes de tránsito, por ende no genere más contagiosidad y por ende nos permita recuperar camas críticas, es afectar directamente la circulación”.
En referencia a porqué se suspendieron las actividades culturales al aire libre y en espacios cerrados, como los espectáculos en el Anfiteatro, en teatros o salas de cine, Zignago dijo: “Las decisiones que hay que tomar en momentos tan críticos no obedecen a privilegiar a algunos por sobre otros, la mirada está en preservar la vida de otros. Las aglomeraciones que generan los espectáculos públicos forma parte de la incidencia de la movilidad en las calles y de la peligrosidad de propagar el contagio”.
Por último habló acerca de los bares y restaurantes que pueden seguir funcionando como lo venían haciendo, y manifestó que jugará a favor de los comercios de cercanía la restricción a la circulación vehicular: “La gastronomía es diferente, porque es una actividad a la que se puede acceder con el transporte público o caminando. Aquí se pueden llegar a favorecer los locales de cercanía y me parece bien. La idea es no interponer actividades que confluyan y en la cantidad generen la contagiosidad”.
