Los Grupos Tácticos Especiales realizaron una requisa sorpresiva en los pabellones de la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero este sábado después del mediodía. Las tareas se centraron en las divisiones 7 y 9 y del 25 al 29, según informaron desde el gobierno provincial.
Estos procedimientos se llevaron a cabo después del ataque a balazos contra un micro que trasladaba a personal penitenciario, que el propio Minsterio de Seguridad de la provincia vinculó al descontento de un sector de los presos al que se le reforzó el régimen de detención en las cárceles santafesinas.
No obstante, desde la administración provincial aseguraron que se trataron de operativos que se realizan “de manera aleatoria en todas las unidades”. Durante dichos procedimientos, se secuestraron elementos cortopunzantes, celulares y chips que fueron puestos a disposición de la Justicia.
“Estos operativos se realizan de manera aleatoria en todas las unidades, sin horarios ni días definidos. El objetivo es ajustar el control formando un segundo anillo de inspección sobre los presos considerados de alto perfil. Estos son aquellos internos que están sospechados o sindicados de ordenar delitos desde las cárceles”, informó la gestión provincial en un comunicado.