El cansancio, el estrés, la falta de comunicación, el aburrimiento y otros factores similares hacen que en ocasiones la vida sexual se convierta en un acto rutinario y monótono en el que el sexo se realiza cada vez con menor asiduidad y es insatisfactorio. Sin embargo, una vida sexual sana y plena es la una parte fundamental de la estabilidad de una relación de pareja.
Para la licenciada Cecilia Ce, psicóloga y sexóloga, la sexualidad es plural, variable y difícil de generalizar. “Considero que una manera de entender qué significa una vida sexual satisfactoria se acerca más a lo que para cada persona signifique una experiencia auténtica. Es por eso que no hay un parámetro de cómo hay que vivir la sexualidad que sea aplicable a todas las personas” sostiene.
Las 11 reglas
- Evitar las distracciones: Conectarse en el momento.
- Ampliar el concepto del sexo: El sexo puede abarcar solo besos; tener una conversación larga y cargada de erotismo; bañarse con un compañero. Siempre que tengamos el consentimiento del otro.
- Comprometerse con los deseos más profundos. El psicoterapeuta Ian Kerner, autor de So Tell Me About the Last Time You Had Sex, cree que la clave para el mejor sexo de nuestras vidas es dedicar tiempo a participar en nuestras fantasías eróticas más profundas.
- Desarrollar la autocompasión. Debemos ir hacia las partes de nosotros mismos que nos preocupan, con amabilidad, aceptando que, si bien pueden parecer aterradoras, también son ciertas. Invitar a alguien en quien confiamos a esa verdad puede ser una experiencia increíblemente liberadora, explica.
- Ser honestos. Confesar las fantasías y deseos íntimos.
- Recurrir a los juegos mentales. En lugar de depender simplemente de ciertos actos físicos para ponernos de humor, el sexo puede comenzar como una fantasía desarrollada en la mente, durante todo un día. Esto podría significar fantasear con nosotros mismos como personajes principales en un escenario, o simplemente soñar despiertos en el trabajo sobre el tipo de sexo que planeamos tener esa noche.
- Comunicarse desde el principio. Esto significa ofrecer y estar abierto a la retroalimentación, y ser compasivo con un compañero si se avergüenza o se pone a la defensiva.
- Programar la diversión. Requiere decir: ‘Estoy dispuesto a hacer de estar contigo una prioridad en mi vida’. Si lo están haciendo bien, requerirá esfuerzo; no debería sentirse como un trabajo, pero ciertamente requerirá tiempo y energía”.
- Hacer ejercicios de Kegel. Una publicación reciente de la revista «Harvard Health Publishing» de la Escuela de Medicina de Harvard, develó que tanto hombres como mujeres pueden mejorar su condición física ejercitando los músculos del suelo pélvico.
- Darse tiempo. A medida que uno envejece, las respuestas sexuales se ralentizan. Sin embargo, las personas y las parejas pueden mejorar sus posibilidades de éxito al encontrar un entorno tranquilo, cómodo y sin interrupciones para el sexo. Además, se debe comprender que los cambios físicos en el cuerpo significan que necesitará más tiempo para excitarse y alcanzar el orgasmo.
- No rendirse. Un médico a menudo puede determinar la causa de un problema sexual e identificar tratamientos efectivos. También puede poner a un paciente en contacto con un terapeuta sexual que puede ayudarlo a explorar los problemas que pueden obstaculizar una vida sexual satisfactoria.
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