Desde las 9, taxistas comenzaron a movilizarse por las calles de la ciudad en rechazo al posible desembarco de Uber en Rosario. Marcharán desde el Parque de la Independencia, se harán oír en el edificio de la Intendencia y el Palacio Vasallo y luego emprenderán rumbo hacia el Monumento a la Bandera.
El martes, la intendenta Mónica Fein manifestó que la llegada de Uber a Rosario «hoy no es posible» debido a que el sistema «no posee ningún tipo de regulación». Además, adelantó que están trabajando en incorporar tecnología en el sistema de taxis actual para «mejorar lo que tenemos es el desafío pero siempre teniendo en cuenta que es un servicio público regulado por el Estado».
Eduardo Toniolli fue otros de los que rechazó el proyecto. El concejal justicialista señaló que «hay un fuerte cuestionamiento a Uber en el mundo. Ya se habla de la ‘uberización’ de las relaciones laborales, que es esto de presentar supuestas relaciones libres de asociación y esconder relaciones laborales de flexibilización».
