En una jornada histórica en el Gigante de Arroyito, los socios de Rosario Central eligieron a su presidente para los próximos cuatro años: Rodolfo Di Pollina, del Foro Canallas Unidos, lista oficialista que alcanzó el 69 por ciento de los votos.
El hombre de 44 años podrá cumplir el sueño por el cual se preparó durante mucho tiempo, cuando incursionó a fines de los 90 en la política de Central. Di Pollina entendió que era el momento de involucrarse cuando notó que los resultados deportivos del Canalla le afectaban mucho en su humor semanal.
Si Central ganaba, tenía una buena semana. Pero si perdía, las cosas le salían mal. «Si esto me va afectar tanto en mi vida, por lo menos quiero ser parte de la gestión», le confesó a su círculo íntimo. Prefirió participar desde dentro, tener responsabilidad en los resultados del club, sean positivos o negativos, y no culparse por hechos en los que él no tenía incidencia.
Fue así cuando empezó dos proyectos: Primero Central, una agrupación que integró a fines de los 90 y en segundo lugar cuando pocos años más tarde participó de la fundación de la Agrupación CRECE, la cual integró durante 17 años.
Se convirtió por primera vez en dirigente cuando integró la lista vencedora de Raúl Broglia hace cuatro años. Desde la secretaría general del club, Di Pollina puede decir que es el principal artífice de uno de los máximos aciertos futbolísticos del oficialismo: la contratación de Eduardo ‘Chacho’ Coudet como director técnico.
Fuentes internas de la CD afirman que fue Di Pollina quien propuso a Coudet y también el que llevó a cabo las gestiones para darle a un ídolo del club, inexperto hasta ese entonces, el buzo de DT. Pese a que en los primeros días se analizó la posibilidad de que ‘Chacho’ tenga una primera experiencia en otro club antes de firmar en Central, el convencimiento del entrenador terminó por disipar las dudas.
Por supuesto que Di Pollina no dedica sus 24 horas de vida al club, o por lo menos no lo hacía hasta ahora. Cuando era secretario general, el tiempo de sus mañanas lo dedicaba a lo privado y desde el mediodía ya empezaba a cumplir sus tareas en Central. Ahora como nuevo mandamás la historia será diferente. Tendrá otras responsabilidades.
Luciano Ceffaratti, ahora ex vicepresidente del club, le aseguró a Rosario Nuestro que Di Pollina tiene las credenciales suficientes para cumplir un rol tan importante: «Tiene muchos atributos, gran capacidad de trabajo, va a poder organizar un muy buen equipo y darle continuidad a este proceso que realmente ayer la gente valoró y respaldó durante cuatro años más. Es una persona muy mesurada, que ha podido ser equilibrada en la gestión, promulga el diálogo como forma de trabajo, él fue parte importantísima de un proyecto».
El hombre de 44 promete estar preparado. Se recibió de Contador Público en la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la Universidad Nacional de Rosario. Tiene dos hijos, de 7 y 4 años. Y unto a sus hermanos formó una empresa, casi en paralelo a sus primeros años en el CRECE, que se dedica a dar apoyo en informática y sistemas a la Agroindustria.
La euforia del triunfo y la contundencia en los resultados no obnubiló al flamante presidente de Rosario Central. Haberse convertido en el más votado de la historia del club, tampoco. En declaraciones radiales, aseguró con mesura: «La gente apostó a un proyecto y un modelo de club, no tanto a una persona sino a una idea».
Bajo esa premisa, desde este lunes, Rodolfo Di Pollina asume nuevos desafíos. El hombre que integró un proyecto futbolístico durante los pasados cuatro años será ahora la cara más visible de la continuación del mismo.