El asesinato de Sebastián Cejas conmovió a la ciudad. Sucedió en la madrugada de este martes frente al Hospital Español donde, junto a su madre, se encontraba a bordo de su auto esperando a que su padre saliera de realizarse una diálisis. Cuatro delincuentes los abordaron, a los golpes los obligaron a salir, huyeron en el vehículo y a la 1.40 las autoridades del nosocomio confirmaron su deceso producto de un disparo en el pecho.
Sebastián tenía 38 años, era amante de la pesca y el río, trabajaba como parrillero en «El Mejor», una parrilla ubicada en La Paz e Italia, que este martes cerró por duelo al conocerse la triste noticia. Además, se trataba de un muy buen amigo, cariñoso con sus seres queridos y que despertaba lo mismo entre sus afectos, quienes solían llamarlo con el apodo de «Oso». También tenía un proyecto propio dentro de la gastronomía: estaba por abrir, junto a un amigo, su propia casa de comidas en barrio La Tablada.
En la cuenta de Facebook de Cejas, amigos y conocidos, aún sin poder salir de su asombro y espanto, dejaron algunos comentarios de despedida. «Descansa en paz Osito, porque ellos no van a poder hacerlo», fue uno de los mensajes, mientras que otros decían «que en paz descanses amigo, que los hijos de puta la paguen» y «nada más que dolor causa esto», y el pedido de justicia era lo más común entre todos los que le dedicaron algunas palabras por esta vía.
Por otra parte, Fernando, hermano de la víctima, contó algunos detalles de cómo sucedió el crimen: «Lo único que sé es lo que me contó mi mamá, que salieron cuatro personas de la cortada, dos de cada lado. Le golpearon el vidrio para que les entregue el auto y mi hermano subió el vidrio. En un momento le abrieron la puerta a mi mamá y la sacaron. La tiraron para el lado del baúl del auto. «Uno (de los delincuentes) tiró un tiro al aire para que los tacheros no se metan».
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