Este martes se llevó adelante audiencia imputativa a los policías David Arellano y Marcos Barúa por los delitos de asociación ilícita, encubrimiento agravado, violación de secretos, todo en concurso real en carácter de autor y en grado consumado.

A cargo de la audiencia estuvo la jueza Verónica Lamas González quien dictó para el subinspector Arellano y el suboficial Barúa la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.

Los fiscales Matías Edery y José Luis Caterina, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, le atribuyen a Arellano y Barúa ser miembros, junto con otras personas de la asociación ilícita liderada por Ariel Máximo «Guille» Cantero, líder de la banca narco Los Monos, cuyo objeto es obtener dinero mediante el uso de violencias y amenazas a distintas personas, usurpaciones de domicilios, abusos de armas y extorsiones.

Asimismo los integrantes de la banda pelean por el control territorial y ofrecen “protección” ilícita en las zonas donde ejercen este control, indica la acusación.

Según la pesquisa, la asociación se estructura bajo la modalidad de células autónomas que operan independientemente todas ellas colaborando a un fin común. Guille Cantero es el jefe de la asociación quien desde su lugar de alojamiento en la unidad penitenciaria de Marcos Paz da órdenes a otras personas, quienes además poseen sus propias células o ramas de la organización.

En efecto, los imputados Arellano y Barúa pertenecen a la célula que dirige Leandro «Pollo» Vinardi junto con el barrabrava de Newell’s Guillermo «Chupa» Sosa, y eran los que se encargaron de brindar el aporte estatal desde su rol de policía para el funcionamiento de la organización.

Se le imputó a Arellano como miembro de la organización y valiéndose de su carácter de funcionario policial dentro de la Brigada de Homicidios Dolosos de Agencia de Investigación Criminal, revelaba información reservada al ex jefe policial Juan José Raffo -quien se encuentra prófugo al momento- sobre las medidas de investigación realizadas por la Fiscalía tendientes a capturar a un por entonces prófugo.

Además, se le imputó a Barúa haber formado parte en calidad de miembro de la asociación ilícita antes descripta. En ese rol haciendo uso de sus conocimientos y relaciones como funcionario policial, se encargaba de proporcionar contactos policiales e información para facilitar a «Chupa» Sosa la comisión de actividades ilícitas, en alguna de las cuales también participaba.