Este martes por la mañana se llevó a cabo la audiencia imputativa a los cinco detenidos por el ataque en Empalme Graneros, que le costó la vida a Máximo Jerez y por el cual también resultaron heridos otros tres menores de edad.

“Se dispuso la prisión preventiva por el plazo de ley para las 5 personas, que no todas tienen el mismo rol pero que de alguna manera formaban parte de este mismo entramado”, relató tras la audiencia, el Fiscal Adrián Spelta, a cargo de la investigación.

“Respecto a las dos personas de apellido Castillo, son los autores materiales, uno era el que conducía el vehículo y otro el que disparaba junto con dos personas más que tienen pedido de captura en el día de hoy y la Fiscalía está procurando dar con ellos. Fueron 4 los que participaron en el ataque en que falleció Máximo Jerez”, agregó.

Y las otras tres, “en horas de la noche del día siguiente, fueron las que recibieron, primero por una orden que vino de Piñero de esconder el vehículo, entonces el conductor del auto se hizo presente en la casa y escondió el Honda Cívic negro, en el domicilio de esta familia, por eso fueron imputados por encubrimiento”, amplió.

Asimismo, el Fiscal indicó que “en el Pabellón 9 donde en principio salió la orden para esconder el vehículo, también es el lugar donde se encuentran alojadas personas vinculadas a los autores materiales, es decir, son familiares directos y son los que comandan esa banda, la cual desde un primer momento adelantamos que se trataba de un enfrentamiento de bandas”.

Y aseguró que “los líderes de esa banda se encuentran en ese mismo Pabellón, de donde también salió la orden, de parte de otra persona que es imputada por otro hecho, hacia la familia para que esconda el vehículo”.

En efecto, confirmó que “el objetivo principal del ataque era atentar contra la familia de los “Salteños”, también uno de los testigos manifiesta que al no poder encontrar a nadie en el lugar, dirigieron el ataque hacia las personas que se encontraban allí. Cuya consecuencia fue la muerte de un menor de edad y otros tres resultaron heridos”.

Respecto a las personas procesadas, “tienen la peor de las penas en expectativa, ya que fueron imputadas por homicidio calificado, porque esto fue planificado y corresponde pena de prisión perpetua”, sostuvo el Fiscal.

En cuanto a los encubridores, “su condición está agravada por encubrir un delito muy gravoso como fue este. Pero su vínculo con las personas privadas de la libertad no va a agravar su situación”, mencionó.

Del mismo modo, Spelta destacó que para dar con los autores materiales del ataque y el crimen de Máximo, “tuvimos la colaboración de la ciudadanía, porque hubo un llamado que nos señaló sospechas de dónde podría estar el auto, eso llevó a una rápida acción del Comando que se hizo presente en el lugar y pudo dar con este rodado, allanamos ese inmueble y de ahí pudimos determinar quién era el dueño de ese inmueble”.

“Resultó ser Nicolás Castillo, la persona que conducía el auto, y por la declaración de otros testigos, que nos habían adelantado que Castillo manejaba y que las otras personas estaban como acompañantes realizando los disparos, de ese modo empieza a elaborarse una teoría en la Fiscalía acerca del rol que tuvo cada uno”, remarcó.

Además, hizo mención a los prófugos: “En principio son dos, uno de ellos fue allanado, donde se encontró gran cantidad de elementos balísticos, muchísimas municiones y cargadores, inclusive en esa oportunidad personas que vivían en ese domicilio nos manifiestan que esta personas es Nicolás Torres, que no se encontraba en el inmueble y se profugó a pesar de nuestro interés por él. Su madre nos dijo que trabajaba como soldaditos de los Castillo o quien es apodado “La araña”.

Y se refirió a la permanente comunicación de personas alojadas en el Servicio Penitenciario con el exterior: “Eso a nosotros nos preocupa, porque nuestra labor consiste en eso, tratar de que cumplan una pena, prevista de antemano, por una conducta delictiva y tenemos estas participaciones en hechos delictivos y la verdad nos hace sentir mal, porque de alguna manera nuestra labor no termina de producir efecto y no podemos evitar que eso siga sucediendo. Y no es algo que venga sucediendo ahora, sino que lleva mucho tiempo y en cada requisa que se hace se encuentran celulares que lo único que hace es favorecer los hechos delictivos”.

“Los que dicen que los presos no tienen teléfono, les digo que los tienen y con evidencia fundada”, enfatizó.

“No tenemos un porcentaje, pero si una cantidad importante de hechos tienen contacto con la cárcel, no se logra a veces determinar la orden desde la cárcel, pero sí un fluido intercambio de comunicación entre las personas que están privadas de la libertad y las que están en libertad”, concluyó el Fiscal Adrián Spelta.