El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que no tiene una causa reconocida. Sin embargo, los factores genéticos y quizás las infecciones virales pueden predisponer a las personas a esta enfermedad.
Algunos de los efectos son similares a los de la artritis reumatoide y el lupus. De hecho, aproximadamente la mitad de todas las personas que tienen este síndrome, también tienen otra afección autoinmune.
Síntomas habituales
“El síndrome de Sjögren es un conjunto de síntomas asociados a sequedad de ojos y boca, que se pueden acompañar por artritis y otros síntomas pertenecientes a las enfermedades autoinmunes. Los pacientes que presentan alteraciones deben ser evaluados por el médico reumatólogo y por el oftalmólogo para llegar al diagnóstico de certeza. Comúnmente son derivados por la sensación de sequedad o enrojecimiento ocular, boca seca a veces con dificultad para tragar alimentos secos, inflamación de articulaciones, parotiditis (inflamación de las glándulas parótidas), Raynaud, fatiga, erupción de piel tipo vasculitis y purpura o en relación a otras alteraciones sistémicas”, explica la doctora Lorena Mendiburo especialista en traumatología.
Se desconoce la causa del síndrome
Es una condición inflamatoria autoinmune, es decir, que la enfermedad ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo se ataca a sí mismo. Esta enfermedad afecta múltiples sistemas y para su correcto diagnóstico se debe realizar análisis de sangre, pruebas oftalmológicas y medición de la tasa de flujo salival para identificar la afección.
“Las causas son autoinmunes o relacionadas a agresiones oculares como el uso de lentes de contacto, intervenciones múltiples en los ojos e infecciones virales. El comienzo de los síntomas puede ser insidioso o asociados a pacientes con enfermedades reumáticas o en ocasiones luego de una infección viral. La edad de aparición depende de la asociación a diagnósticos reumáticos previos o a las quejas del paciente sin otras causas que los justifiquen. Los pacientes añosos suelen tener estos trastornos con más frecuencia, además de los pacientes con artritis reumatoidea, lupus y aquellos con afecciones reumáticas sistémicas”.
Como los signos y síntomas son similares a los de otras condiciones de salud, a veces puede ser difícil de diagnosticar. El paciente puede estar viendo a varios profesionales de la salud, tal vez un dentista para la boca seca y caries, un ginecólogo para la sequedad vaginal, un oftalmólogo para los ojos secos y un neumólogo para la dificultad para respirar y la tos crónica.
“El diagnóstico de certeza es con el médico reumatólogo con el interrogatorio dirigido y por el otro lado con determinaciones de laboratorio y la presencia de anticuerpos específicos».
Saber que se está frente a un paciente con Sjögren ayuda a controlar los síntomas y evitar lesiones en ojos, con la adición de protectores que humectan el ojo y por otro lado al cuidado de la aparición de caries por la falta de saliva.
Cuando la enfermedad es sistémica se dirige a evaluar órganos internos y evitar complicaciones. Los tratamientos actuales son mayormente para aliviar los síntomas de sequedad y evitar las complicaciones sistémicas.
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