Pura emoción: la reflexión de Lizy Tagliani sobre el escrache y el bullying que conmovió a todos
La modalidad del escrache, utilizada en los últimos tiempos para denunciar diversas situaciones y apuntar directamente a una persona, despierta todo tipo de opiniones. Para algunos, el escrache es la manera de visibilizar problemáticas que de otro modo no trascenderían. Para otros, en cambio, representa una condena social de la que no se vuelve. En ese último sentido, se expresó Lizy Tagliani, quien publicó un emotivo mensaje en las redes sociales-terreno donde se suscitan muchas veces las manifestaciones-, en el que recordó gran parte de su vida.
Quizás por lo ocurrido con Jimena Barón, quien empleó un afiche presuntamente asociado a la trata de personas para para promocionar su canción «Puta», que generó una fuerte división en el feminismo y desembocó en agresiones a la cantante; Lizy decidió realizar el sentido posteo, en el que se refirió no sólo al escrache sino, además, al bullying.
“Me dijo: ellos no saben, creen que son poderosos. Están borrachos y perdidos, se equivocaron, pero nosotras estamos felices y cada día seremos más alegres y fuertes, te lo prometo. ‘Haiga lo que haiga’ material, nunca te aferres a nada más que al amor”, contó, y agregó: “Poco a poco le demostré a mis vecinos, a mi cuadra, a mi barrio, después en mi trabajo, después en la radio, en la tele, en el teatro, a miles que no por ser trava soy menos mujer. Se que tengo pene, que no tengo ovarios, pero que más da, soy Lizy y punto”, escribió la conductora de El Precio Justo y siguió: “No lo sé, pero no estoy acostumbrada… yo nunca escraché a ni a los que me fajaban por puto, ni cuando tuvo que dejar el cole por las burlas y el sometimiento”.
“Tampoco escraché cuando mamá compró una heladera y una tele con radio más un pantalón de corderoy marrón para mí y un pullover amarillo para ella, todo en cuotas y cuando se hizo de noche mientras escuchábamos radio colonia entraron los más pijudos de mi barrio a mi casa y se llevaron lo que mamá consiguió con mucho esfuerzo. Esa noche cuando se fueron, mi mamá puso la puerta, sacó un tomate, queso mantecoso, pan e hizo unos sanguchitos y nos sentamos a comer al borde de la cama mientras mi mamá me cantaba canciones de Libertad Lamarque”, continuó recordando parte de su infancia.
Sobre esa anécdota, completó: “Me dijo: ellos no saben, creen que son poderosos. Están borrachos y perdidos, se equivocaron, pero nosotras estamos felices y cada día seremos más alegres y fuertes, te lo prometo. ‘Haiga lo que haiga’ material, nunca te aferres a nada más que al amor».
Más adelante, Lizy reflexionó: “Poco a poco le demostré a mis vecinos, a mi cuadra, a mi barrio, después en mi trabajo, después en la radio, en la tele, en el teatro, a miles que no por ser trava soy menos mujer. Se que tengo pene, que no tengo ovarios, pero que más da, soy Lizy y punto”.
“No por haber sido pobre me convertiría en delincuente. No por sufrir abusos sería abusadora, no por que alguien se equivoque (me refiero en actos cotidianos no es delitos) lo voy a quemar en una plaza si se puede. Cuando alguien se equivoca, tiene tiempo de aprender, mejorar hoy y volver a equivocarse con otra cosa mañana. Prefiero vivir aprendiendo todos los días a que me maten por ignorante. Cuidemonos que podemos ser mejores cada día”, concluyó la comediante. Su mensaje fue celebrado por miles de sus seguidores que le enviaron su apoyo virtual.
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