La Agencia de Investigaciones de Accidentes Aéreos británica compartió las primeras informaciones acerca de lo sucedido el 21 de enero en el Canal de la Mancha, cuando el futbolista santafesino Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson viajaban a Cardiff desde Nantes.
El comunicado oficial detalló que “un avión Piper PA-46-310P Malibu, con registro N264DB, se había perdido del radar en tránsito” y que “una búsqueda en la superficie para los sobrevivientes estaba en marcha utilizando activos de las Islas del Canal, Reino Unido y Francia”.
Por su parte, el artículo informó que los restos de la aeronave no fueron localizados dentro de los tres días que duró la búsqueda oficial. De este modo, el episodio fue clasificado como “un accidente de aeronave según los términos del Anexo 13 del Convenio sobre Aviación Civil Internacional”.
Dicho adjunto le asigna “una responsabilidad al Estado en donde se registró la aeronave, en este caso a los Estados Unidos, representado por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), para iniciar una investigación”.
No obstante, de haber un acuerdo mutuo, podría delegarse a otro Estado. Así, el 22 de enero tomó la responsabilidad Reino Unido, representado por la AAIB, organismo que dio inicio a la investigación.
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