El gobierno de China sigue firme con la idea de construir Tianhe, su propia estación espacial. Por eso despachó al espacio un módulo de 22,5 toneladas en un súper cohete – alrededor de 50 metros de altura y 5 de ancho-, el más grande que haya desarrollado el gigante asiático.
El lanzamiento se realizó con éxito el pasado 29 de abril, desde la base de Wenchang, en la provincia de Hainan. El cohete, de tipo Long March 5B, eyectó el módulo no tripulado Heavenly Harmony a la órbita terrestre.
Sin embargo, el cohete también entró en una órbita temporal, lo que abre la posibilidad de que se produzca un desplome a la Tierra sin control. Lo más preocupante es que podría aterrizar en una zona habitada.
Lo que se espera que se precipite fuera de control es la etapa central del Long March 5B, que tiene un peso aproximado de 20 toneladas métricas.
Al entrar en contacto con la atmósfera su estructura de acero será quemado y despezada antes de tocar el suelo. No obstante, por su tamaño, se espera que logren sobrevivir algunos escombros.
Los astrofísicos creen que varias piezas de esta mole soportarán el reingreso, lo que sería el equivalente al accidente de un avión pequeño esparcido en 160 kilómetros a la redonda. Desde 1990 no se ha dado una situación similar con estructuras de más de 10 toneladas.
El único antecedente a nivel local fue la nave espacial rusa Salyut 7, que pesaba 39 toneladas métricas e impactó sobre nuestro país en 1991. Muchas de las piezas recuperadas se exhiben en el museo de la Asociación Entrerriana de Astronomía.
El problema de estar fuera de control es que los ingenieros espaciales no se pueden calcular el punto geográfico donde podría impactar o la fecha de entrada. La llegada podría ser en los próximos días o cómo máximo, en una semana.
Por la inclinación orbital de 41.5 el cohete tiene posibilidades de tocar suelo al norte de Nueva York, Madrid y Beijing, y tan al sur como Chile y Wellington, Nueva Zelanda, con lo que podría volver a la Tierra en cualquier punto cerca de estas zonas.
Para trazar la trayectoria de esta etapa del cohete existen demasiadas incertidumbres en el cálculo del efecto del arrastre atmosférico. La atmósfera terrestre puede expandirse o contraerse con la actividad solar, lo que dificulta estimar cuándo y dónde caerá.
Este martes, la nave orbita la Tierra cada 90 minutos, a unos 27.700 kilómetros por hora y a una altitud de menos de 300 km. El ejército de Estados Unidos le ha asignado el nombre 2021-035B y su ruta se puede seguir en orbit.ing-now.com.
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