Tanto la hinchazón como la distención son procesos normales de nuestro cuerpo y no necesariamente significan que algo anda mal.
La distención hace referencia a un AUMENTO objetivo del contorno abdominal ya que lo podemos ver y medir. En cambio, la hinchazón es una sensación que describe el paciente.
Posibles Causas
Todo lo que comemos ocupa un lugar en nuestro interior, y nuestro sistema digestivo debe hacer espacio para ello.
Por otro lado, muchos alimentos contienen componentes que fermentan en nuestro intestino grueso, es decir en la última parte de nuestro sistema digestivo. Esta fermentación, es un proceso sumamente importante y complejo que nos beneficia. Sin embargo, producto de esto se generan gases como hidrógeno y metano que pueden potenciar nuestra sensación de hinchazón.
El proceso de la digestión es complejo y largo. Aproximadamente un alimento puede tardar en digerirse entre 12 a 48 hs desde la boca al ano.
¿Cuándo consultar con el especialista?
La respuesta a esta pregunta es clara: cuando este síntoma nos molesta o limita en nuestras actividades diarias y viene acompañado de otros síntomas como diarrea, constipación, gases y/o dolor de panza. En estos casos es importante hacer una consulta con un médico clínico o gastroenterólogo.
En estas consultas se estudia al paciente, antecedentes clínicos y familiares y se procede a realizar diferentes estudios con el fin de descartar cualquier enfermedad o patología.
Comprender que los hábitos como el buen descanso y la alimentación saludable van a impactar de manera positiva o negativa en estos síntomas. Por lo tanto, tener presente que los enfoques deben ser interdisciplinarios.
Una buena idea es empezar a prestar atención a cómo es la alimentación y armar algún registro alimentario para poder trabajar en conjunto con un especialista en nutrición.
Hoy en día hay muchísimos enfoques terapéuticos para tratar este molesto problema.
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