Joaquín “El Chapo” Guzmán será sometido a una prueba psicológica para analizar si las condiciones de reclusión están afectando su salud mental. La misma fue autorizada por el juez Brian Cogan, quien está a cargo del proceso penal contra el narcotraficante. Además, estableció que no puede haber contacto físico en el examen.
La última audiencia oral previa al juicio, realizada en Brooklyn, duró alrededor de media hora. En aquel entonces, el acusado estaba acompañado por su familia, a quienes pudo saludar desde lejos. Durante el encuentro Guzmán se mostró lúcido, pero su defensa insiste en realizar un estudio psicológico. Según Eduardo Balarezo, su abogado, su estado mental sufrió un “marcado deterioro” representado por problemas con la memoria, alucinaciones, dolores de cabeza, sensaciones de paranoia y depresión.
“Quiero estar seguro de que está bien», aseguró Balarezo en una carta dirigida a Cogan. “Hemos notado que empezó a repetirse con frecuencia y que a veces se olvida de lo que hablamos. Es incapaz de recordar personas, lugares y eventos», agregó.
El jurista advirtió que si el deterioro continúa Guzmán podría llegar a ser declarado «incompetente» para el juicio en el que afronta 17 cargos penales por dirigir la mayor trama criminal de la historia y ademá,s por escapar dos veces de prisión. Se espera que el mismo comience el 18 de abril de 2018.
Mientas tanto, se encuentra recluido en una celda aislada de un centro penitenciario de máxima seguridad al sur de Manhattan, de la cual puede salir solo una hora para hacer ejercicio. Actualmente, se le permitió recibir visitas de sus familiares. Sin embargo, tanto las de estos últimos como las de sus asesores son mediante videos.