Miles y miles de personas se dirigieron este jueves a la Casa Rosada para el último adiós a Diego Armando Maradona, el ídolo argentino que murió el miércoles tras sufrir una descompensación en su casa. Más de 1.200 efectivos participaban del operativo policial para controlar a una masa impresionante de asistentes. Sin embargo, hubo disturbios cuando anunciaron que algunos no iban a poder ingresar por el colapso de personas y tras la violencia, el Gobierno extendió el velatorio hasta las 19.
La policía cortó la fila de acceso a la Rosada en avenida de 9 de julio y le pidió a las miles de personas restantes que vuelvan a su casa. Sin embargo, algunos reaccionaron de forma violenta y comenzaron a arrojar objetos contundentes en señal de protesta.
Varias unidades policiales en motos y camiones hidrantes se sumaron para dispersar a la gente que se había agrupado para ingresar a la fila con destino a la Casa Rosada.
Ante el accionar policial, hubo corridas para el sur de la ciudad de Buenos Aires, para el norte y también hacia el Congreso de la Nación.
Luego de varios minutos de tensión, la policía volvió a formar el cordón para impedir el ingreso del público al velatorio de Maradona.
A poco menos de dos horas para el final del velatorio, la fila de gente se extendía hasta la altura de Constitución, a casi cinco kilómetros de la Casa Rosada.
La jornada ya había sido teñida de violencia tras la detención de al menos nueve personas por robos, hurtos y disturbios, en una jornada gris y de profundo dolor por el astro futbolístico que falleció.
Fuentes de Presidencia señalaron que una vez concluido el velatorio, se iniciará un cortejo que llevará los restos del astro hasta la 9 de Julio para, desde allí, tomar la autopista 25 de Mayo hacia un cementerio privado de la localidad de Bella Vista.