La temporada de la gripe dura de mayo a octubre, ocurriendo la mayoría de los casos entre finales de julio y principios de agosto. Vacunarse antes de que comience la temporada de gripe le da al cuerpo la oportunidad de producir anticuerpos que lo protegen contra la gripe. Pero en esta ocasión el contexto es distinto, la pandemia de coronavirus puso más atenta a la población de riesgo y en los primeros días de su lanzamiento comenzaron a escasear las vacunas en las farmacias de la ciudad.
En ese sentido Claudia Varela, desde el Colegio de Farmacéuticos, informó que, dentro del marco de la pandemia, se están tomando todos los recaudos necesarios para el cuidado de los pacientes y el personal de los establecimientos, entendiendo que esta práctica requiere de un contacto físico. “Usamos todo lo requerido, incluso algunas farmacias dan turno para que no se junte gente”, aclaró.
En tanto dijo que recibieron en la primera tanda una gran cantidad de dosis provenientes de Pami, previstas para los adultos mayores, que ya se han agotado y no es porque fue poca la cantidad, sino que fue muy grande la demanda, superando la del año pasado.
“Siempre Pami mandó en tres etapas, pero siempre alcanzó”, sostuvo Varela y aclaró que esta vez los abuelos “se han vacunado en su totalidad, por lo tanto quedan muy pocas dosis y en algunas farmacias ninguna”. Por su parte, los farmacéuticos esperan que la semana próxima se repongan las vacunas, aunque reconocen que no hay una fecha cierta para la nueva entrega.
Varela indicó además que existe un cronograma de vacunación vinculado a la terminación de DNI de los jubilados, pero esto no quita que algunas con patologías graves y que deben evitar salir a la calle se acerquen de forma espontanea para realizarse la vacuna. “El criterio de algunos farmacéuticos ha sido vacunarlos y está relacionado con la salud, es muy difícil negarle a una persona de riesgo una vacuna”.
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