Rosario atraviesa una crisis narcocriminal; ya nadie lo niega. Las bandas del sureste de la ciudad llevan meses enfrentándose a tiros y esta batalla ya se cobró la vida de una veintena de personas. El fuego cruzado entre la facción de Tablada —encabezada por la familia Funes— y los muchachos que manejan el Fonavi de barrio Municipal —de la mano de viejos lugartenientes del fallecido Pimpi Camino—se convirtió en un problema de Estado (provincial) y el Gobierno no escatima recursos para desbaratarlo. Sin embargo, muchos investigadores señalan que estas facciones son solo la punta de dos icebergs profundos y oscuros, comandados por viejas familias del hampa. Una de ellas podría recuperar a uno de sus mayores exponentes: ¿vuelve René Ungaro a las calles?
El Bola y sus hijos
Barrio Parque del Mercado tiene dueño. El Bola U., un viejo “cañero” que cuando los robos se hicieron poco rentables redireccionó su negocio a la venta de estupefacientes, es el amo y señor de la barriada y la administra de la mano de dos de sus tres hijos.
Daniela, la más grande, es conocida en la noche rosarina por su belleza. Fue pareja y es la madre los hijos de Luís Medina, el empresario Rosarino —y presunto narcotraficante— que fue asesinado en diciembre de 2013 en el bajo Ayolas junto a su última novia, Justine Pérez Castelli.
El del medio se llama Lelio, pero todos lo conocen como “Chapita”. Un muchacho pendenciero, con fama de tener la mecha corta y el gatillo veloz. Él, al margen del frondoso historial criminal que se le adjudica en las calles, no cuenta con prontuario criminal.
El único de los hijos del Bola que no participa cuerpo a cuerpo del negocio familiar es René, «El Brujo», quien lleva un largo tiempo tras las rejas, cumpliendo una condena de 13 años de reclusión por la muerte de Roberto Pimpi Camino.
Operador cautivo
Según ventilaron las fiscales Georgina Pairola y Gisela Paolicelli durante la reciente audiencia imputativa de Alan Funes, «El Brujo» sería la persona que abasteció de armas de guerra a la familia Funes.
En base a diferentes escuchas telefónicas las investigadoras establecieron que la banda de Tablada trabaja con la autorización del homicida de Pimpi, a quien respetaban como una figura de autoridad absoluta.
Las pesquisas suponen que Ungaro es una de los Jefes de una asociación ilícita organizada para robar, usurpar domicilios y vender estupefacientes.
¿Vuelve a las calles?
RosarioNuestro pudo consultar a un alto funcionario judicial sobre la situación de René Ungar. Esta fuente explicó que el muchacho se encuentra próximo a cumplir un alto porcentaje de su condena, lo que implicaría que tarde o temprano comience a gozar de salidas transitorias.
«Es una situación compleja; porque, al margen de que muchos sabemos lo que implica que este muchacho esté fuera, la ley es clara y, a menos que lo condenen por otra causa, va a volver a la calle», explicó el especialista.