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jueves 25 de abril del 2024

Plomo y sangre en la periferia: muchas bandas, muchas armas

«En cualquier tiroteo se disparan 50 o 60 tiros. Eso no es algo común. En Rosario hay una superpoblación de armas ilegales y este es uno de los motivos por los cuales tenemos unos índices de violencia tan elevados», aseguró a Rosario Nuestro un investigador de la Justicia Federal. Para él las autoridades provinciales se deben una investigación seria sobre el acceso de las bandas rosarinas al armamento.

Rosario afronta un punto de inflexión en su historia criminal. En los últimos años las grandes bandas que manejaban el territorio de la ciudad fueron desarticuladas por las fuerzas de seguridad y por sus enemigos. En las calles solo quedaron los eslabones más bajos de las estructuras, que todas las noches se disputan a balazos el manejo del territorio, utilizando sofisticadas armas que obtienen en un mercado negro super poblado. «En los últimos años la Policía Provincial, la Federal, Gendarmería y Prefectura incautaron un sinnúmero de pistolas, revólveres, escopetas y ametralladoras. Sin embargo, las armas no dejan de aparecer. Evidentemente hay una parte del aparato de control que está fallando», explicó el pesquisa.

Para el vocero Federal, no hay una explicación lógica sobre lo que ocurre: «Comprar una pistola brasilera o disparar balas italianas es un lujo que pocas personas pueden darse. Pero en los barrios más pobres de Rosario ocurre todas las noches».

Según el investigador, existe una posibilidad de que las armas sean «recicladas», es decir que alguna estructura del Estado esté corrupta y ponga en el mercado las armas que fueron incautadas previamente. «Alguien se está enriqueciendo con la guerra de bandas de Rosario. Hoy los pequeños grupos mafiosos no tienen estructura ni dinero para ir a comprarlas al exterior», cerró.