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jueves 18 de abril del 2024

Plaza Pringles, intransitable: cuándo se irían las golondrinas que trajeron un olor nauseabundo

El histórico espacio público de Rosario lleva más de un mes entregando una imagen horrible y un olor aún peor. La Municipalidad trató de solucionarlo, pero no hubo caso y hay que esperar que las aves migren.

Desde hace más de un mes la plaza Pringles se convirtió en un lugar intransitable debido a la presencia de una enorme cantidad de golondrinas que trajeron consigo un olor nauseabundo. La Municipalidad intentó de varias maneras solucionar el horrible aroma que queda luego que las aves defecan en este histórico espacio público del centro rosarino, pero no hubo caso. Por lo tanto, se espera con ansias el momento que migren, que debería ser en los próximos días.

Caminar por la plaza resulta una tarea para valientes entre el olor y la mugre producto de los restos de materia fecal de las plumíferas, por lo que muchos prefieren cruzar a la vereda de enfrente de Córdoba. Mientras tanto, desde el gobierno local implementaron todo tipo de posibles soluciones, sin un resultado ciento por ciento efectivo. Una de ellas fue el hidrolavado del piso, que se realizó varias veces por día, pero esto generaba que el agua que drenaba se acumule en canteros, la tierra se descomponga y la situación se vuelva aún peor.

Sumado a estos inconvenientes, lo que se logra limpiar se ensucia casi de inmediato porque las golondrinas permanecen en el lugar y hacen lo suyo. Desde el municipio advierten que colocarán suelos drenantes sobre las veredas perimetrales de la plaza para mejorar la estética, permitir el tránsito peatonal y facilitar el drenaje, teniendo en cuenta que en una reforma que se hizo, se quitó el pequeño cordón que no permitía que caiga el agua. Tambiéns e llevó a cabo la poda de ramas bajas y palmeras para disminuir la superficie de anidación de aves, lo cual se intensificará durante el invierno.

En definitiva, más allá de los esfuerzos del área de Servicios Urbanos, lo que realmente traerá una solución más concreta es cuando las aves se retiren para cumplir con su período migratorio. Es decir, esta es una especie que suele llegar a la ciudad en el pico de temperaturas más elevado y se van, hacia el norte, cuando comienzan los primeros fríos del otoño. Por lo tanto, se estima que en esta próxima semana o a más tardar la otra, deberían abandonar la plaza Pringles y ahí sí se podrán realizar tareas de limpieza más efectivas.