Piden una condena de 37 años para un pastor rosarino acusado de violación y acoso sexual
El pastor Héctor Calixto Cabrera fue juzgado este jueves en Rosario por cuatro casos de violaciones y dos de acoso sexual, hechos que fueron ocurridos entre 2015 y 2020. Algunos de los ataques fueron cometidos dentro de la iglesia Tabernáculo de Restauración ubicada en Batlle y Ordóñez al 1800, zona sur de la ciudad.
La fiscal Luciana Vallarella de la unidad de Delitos contra la integridad sexual brindó una conferencia de prensa y adelantó que pedirá una pena de 37 años de prisión.
El tribunal a cargo del debate oral y público está integrado por los jueces Gonzalo López Quintana, Carlos Leiva y Lorena Aronne. Se prevé que las audiencias lleven aproximadamente dos semanas.
Desde el Ministerio Público de la Acusación se le atribuye a Cabrera haber atacado sexualmente a nueve mujeres, algunas de ellas menores. Algunos de los abusos ocurrieron en el templo, otros en un fábrica de botellas de plástico de 27 de Febrero y Entre Ríos, y otros en un descampado situado detrás del cementerio de Villa Gobernador Gálvez.
Cuando el pastor fue imputado, el Ministro Público de la Acusación detalló que todos los hechos fueron cometidos en un contexto de «vulnerabilidad grave y en abuso de situación de jerarquía por parte del imputado, dado que las víctimas concurrían asiduamente a la iglesia donde el imputado se desempeñaba como pastor y familiares de las mismas trabajaban en la fábrica de botellas de plástico perteneciente al imputado, abusando de situaciones de vulnerabilidad grave».
De acuerdo a la investigación de la fiscal, los hechos de acoso sexual consistieron en amedrentar y hostigar a las víctimas utilizando su situación de superioridad de jerarquía mediante envío de mensajes de texto (vía WhatsApp y Facebook), en un contexto de vulnerabilidad, solicitando encuentros sexuales manipulándolas con historias y referencias bíblicas a mujeres adultas y solamente dos menores».
«Estas chicas eran regenteadas a una iglesia evangélica por una persona que abusaba de esa vulnerabilidad. La denuncia se dio en el marco de un acompañamiento general integradas por las mismas mujeres que formaban parte de la iglesia. La persona era violenta y les ofrecía tener relaciones sexuales a cambio de dinero con amenazas constantes con imágenes de armas de fuego», afirmó la fiscal.
«Los hechos ocurrieron en las misma iglesias o casas que pertenecían a la misma institución, en fábricas, descampados o algunos albergues transitorios», agregó.
«Todos fueron bajo el mismo patrón, las contactaba por Whatsapp o Facebook, les ofrecía dinero para tener relaciones, las amenazaba. Hay secuestro de vainas en su domicilio, siempre portaba armas. Fue policía retirado, tiene una vieja condena por apremios ilegales. Esta situación generaba temor en las víctimas, que por eso costaba que hicieran la denuncia», relató la funcionaria de la justicia.
Según apuntó la fiscal, antes de ser contactadas, alguna de las víctimas habían estado durante un tiempo en un alojamiento que dependía de la iglesia donde Cabrera se desempeñaba como pastor.