La licenciada en Nutrición Luciana Lasus afirmó que “en muchos casos algunas personas adoptaron hábitos más saludables pero también hay un grupo que incorporó conductas de cocina y de mayor consumo de alimentos”.
“Lo recomendable es recurrir a un buen profesional que tenga conocimiento para hacer un buen diagnóstico: cuál es el peso habitual, el que tenemos ahora y el deseado”.
“Una vez plantado el objetivo se realiza un plan de acuerdo a los gustos, estilo de vida y horarios de la persona. Pero no se trata de hacer dieta sino de incorporar hábitos saludables que puedan ser sostenidos en el tiempo” agregó la licenciada.
Los cambios hormonales repercuten en el peso
La licenciada Lasus se reconoció anti dietas y detalló que los cambios hormonales producen cambios en el metabolismo que hacen que muchas veces no responda de una forma rápida. Pero de todos modos, rechazó los polvos para adelgazar, dietas mágicas y hasta el ayuno intermitente.
“Cuando hay mucho estrés y mucho cortisol se acumula más grasa hormonal: estrés acumulado, cambios hormonales y comer por un estado emocional son algunos de los factores que más inciden en el aumento de peso”.
“En cada etapa de la vida hay que buscar hábitos que sean sostenibles: no es lo mismo la etapa de la menopausia alrededor de los 45 años que se hace más difícil bajar”.
En búsqueda de un nuevo estilo de vida
“Es importante que los pacientes entiendan que no están haciendo una dieta que va a terminar sino que tienen que incorporar hábitos que puedan ser sostenidos en el tiempo y que en consecuencia, les llevará a adoptar un peso saludable” explicó la licenciada.
“El cuerpo metabólicamente hablando siempre nos va a programar para mantener el sobrepeso por eso, cuesta tanto bajar. Primero tenemos que aprender a diferenciar el hambre real de la emocional. Por lo tanto, tengo que asegurarme que haya varias comidas al día y que las dos primeras del día contengan proteína de buena calidad” explica Luciana.
“Otro hábito efectivo es no tener en casa alimentos a los que no me voy a poder resistir como una torta grande o un kilo de helado, pero no se trata de ir a la restricción total sino de tener a mano porciones pequeñas”.
“La velocidad también es un factor contraproducente porque el cerebro trata en captar la información de que estamos incorporando alimentos y esto produce que comamos demás”.
Cómo gestionar la ansiedad
“Antes de ir a la alacena es importante que podamos tomar tres minutos y pensar si realmente tenemos hambre o estamos yendo a la heladera por hambre emocional”.
“Tenemos que buscar gestionar ese estrés o ansiedad que se trabaja en otra área como en una terapia psicológica”.
Por último la licenciada agregó que “es importante que sepamos que el camino está dentro de nuestro y encontrar un buen profesional que pueda armarnos la mejor estrategia para cada uno”.
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