Desde que se conoció que la tienda de Falabella cerrará sus puertas en Rosario, las largas colas de personas para ingresar al local forman parte del paisaje urbano del centro. El problema es que las aglomeraciones se dan en medio de la ferocidad de la segunda ola de coronavirus que azota a la ciudad. De ahí que la Municipalidad intimó este jueves a la empresa para que ponga en marcha las medidas necesarias que permitan poner punto final con las cuadras enteras de consumidores ávidos de comprar.
«Hicimos una intimación para que (Falabella) ajuste los protocolos a su cumplimiento más fiel y estricto», afirmó el secretario de Gobierno del municipio, Gsutavo Ziganago, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario. En tanto, el funcionario enfatizó en la responsabilidad social a la que debe apelar la firma de origen chileno. Además, remarcó que se realizó una inspección para «verificar la predisposición de los elementos de seguridad e higiene» en el interior del local.
En ese sentido, recalcó que el municipio hará cumplir su poder de policía «con las sanciones necesarias en circunstancias que vayan a contramano de lo que la sociedad necesita de acuerdo a la ley vigente».
El momento más crítico de la pandemia
Por otra parte, Zignago analizó el escenario epidemiológico actual, ,arcado por el colapso del sistema de salud en Rosario y la región. «Estamos en el momento más crítico de la pandemia y vemos escenografías que no se habían visto antes», aseguró y respaldó el decreto del gobernador Perotti para reducir la movilidad.
También puso el foco en la imperiosa necesidad de ajustarse a datos científicos para la toma de decisiones políticas y subrayó que eso es así dado que lo que está en juego es la preservación de la vida.
