Isabella Amaral pesa casi 500 kilos. El Estado santafesino había preparado una casa especial y una unidad de traslado hacia su domicilio, pero de un tiempo a esta parte aumentó de peso y ya no cabe por el ingreso. Las autoridades debieron romper una pared de su casa para facilitar el acceso y el posterior traslado de la joven.
Ya son ocho los años que Isabella lleva de tratamiento desde dos puntos diferentes. En primer instancia trabajan en materia psiquiátrica y psicológica y se registraron avances, pero por otro lado, en el aspecto físico ocurrió lo opuesto. De hecho, empeoró la situación. Durante cuatro años de esos ocho permaneció internada.
El operativo de traslado, sin embargo, ya está en marcha. El viaje es desde la casa de la rosarina al hospital Provincial. Se haría con cama incluida y en una grúa para autos. Es tan preocupante su estado de salud, que Isabella está entre las 10 personas más obesas del mundo.
Adrian Chapelet, director de Gestión Hospitalaria, aseguró: «Isabella está permanentemente tratada y monitoreada, tenemos sus últimos controles, no existe una situación de urgencia o emergencia en su salud. Si existe una necesidad de parte de la familia, con la cual estamos permanentemente teniendo acuerdos para contenerla, ya que en este momento plantean la necesidad de llevarla a otra institución porque consideran que en su casa no puede estar.»
Una historia dramática
La joven rosarina había realizado un reclamo para que la internen en un hospital y finalmente lo logró. Días después, la mandaron nuevamente a su casa. Necesita una operación para mejorar su calidad de vida pero para eso los médicos le piden que baje 200 kilos. Desde hace más de seis meses, la mujer rosarina permanece postrada en una cama.
La historia de la joven se conoció hace semanas, cuando Isabella tomó la valentía de contar su problema ante los medios. Cuando la balanza marcaba 342 kilos, en una de las piernas le salió una protuberancia que en poco tiempo creció de forma vertiginosa. La cifra aumentó y pasó comodamente los 400kg. Y como agravante a su situación, no posee cobertura médica por lo que su tratamiento quedó a manos de la provincia.
El sábado, luego del reclamo, pudo lograr que la trasladen a un hospital público para tratarse. Luego de cuatro días de ser sometida a diversos estudios, la enviaron nuevamente a su hogar. Según manifestaron desde el personal médico, el inmenso lipoma que padece hace seis meses ‘no es operable’ y debe perder unos 200 kilos para el bypass gástrico.
A los 30 años de edad, Isabella Amaral se encuentra en un momento complicado. Su abogado defensor, Marcos Cella, se indignó por lo acontecido y dijo: «la abandonaron otra vez».