El gobernador Omar Perotti habló este lunes acerca de las restricciones que impuso la provincia por la pandemia del coronavirus. “Me parte al medio decirle a alguien que no abra o que no trabaje”, aseguró sobre las duras decisiones que tomó, que afectan a diversos sectores de la actividad económica. Además, advirtió que lo hecho en la primera etapa desde que se decretó el aislamiento «fue clave» y lo explicó: «Si teníamos este pico en abril o mayo la estaríamos pasando muy mal».
“Hay que convivir, esto es mucho más largo que lo que cualquier imaginó en el inicio y mucho más perturbador en las actividades y la vida de las personas de lo que imaginábamos. Tenemos que cuidar a la gente y cuidar el trabajo de la gente, cómo obtener esa combinación de la manera más exitosa dependerá de las posibilidades de la provincia de Santa Fe”, dijo el mandatario provincial en diálogo con el programa Con Sentido Común que conduce Marcelo Fernández por CNN Radio Rosario.
En tanto, Perotti puso el foco en las medidas tomadas para enfrentar la pandemia del coronavirus en el territorio santafesino, que trae como correlato la tensión entre economía y salud. “Tenemos una provincia con mucha actividad, con fuertes inversiones, tratando de suplir una falencia en el número de las camas críticas, fundamentalmente en el sector público. Estamos trabajando con todos los recursos disponibles, ya no es una cuestión solamente de respiradores el límite, sino de la cantidad de gente con capacidad para estar operando en una terapia intensiva. Para no saturar al sistema de salud, es clave que se estabilice un número de crecimiento de casos y nos dé la posibilidad de tener una atención como merecen los rosarinos y santafesinos”.
“Tenemos que tener planteada la responsabilidad con la cual se asume esta etapa, si cada uno pone lo mejor podremos sobrellevar actividad productiva con el resguardo necesario de la población, si no lo hacemos, ponemos en riesgo que haya camas de terapia intensiva para todos. Ese es el delgado equilibrio que debemos lograr”, explicó y admitió: «Me parte al medio decirle a alguien que no abra o que no trabaje, pero son las decisiones que amerita este momento hasta que lleguemos a la vacuna«.
A su vez, aseguró que «el grueso de las camas de terapia intensiva» está ocupado por «personas mayores a 64 años» y argumentó la preocupación que esto les genera: cómo cuidamos a este grupo etario y no se contagien mayores a 60 o 65 años. Allí es donde tenemos que tener la mayor preocupación, que cada uno de ellos tenga la menor movilidad posible porque es fundamental que no nos llegue a una cama crítica”.
Durante todo el diálogo, el jefe de la Casa Gris defendió las acciones implementadas desde el comienzo de la propagación del virus, cuando se cretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). “Ese tiempo inicial fue clave, sin ese tiempo inicial no hubiésemos duplicado la capacidad de camas en la provincia, no hubiésemos incorporado la tecnología que se incorporó, no tendríamos seis laboratorios en toda la provincia tratando de responder de la mejor manera, no tendríamos el equipamiento en respiradores, monitores y en camas electrónicas en cada una de las terapias. Nuestra preocupación era que si teníamos este pico en abril o mayo la estaríamos pasando muy mal, cuando empieza a aparecer el pico, valió la pena las situaciones de la etapa inicial. No ha sobrevivido al que es más fuerte, ha sobrevivido el que mejor se adaptó. Tener la capacidad de desarrollar el mayor nivel de actividad económica con la menor movilidad posible, allí estará la cuestión de fondo”.
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