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viernes 26 de abril del 2024

Paula Perassi: diez años y el desesperado pedido de un padre por encontrar los huesos de su hija

La mujer sanlorencina de 34 años desapareció el 18 de septiembre de 2011. Su papá, Alberto, se convirtió en un ícono de lucha y entereza.

«Quiero que alguien se quiebre y me diga qué hicieron con los huesos de mi hija», decía Alberto Perassi en el lejano marzo de 2019, a instancias del comienzo del juicio por la desaparición de su hija Paula, que fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011, cuando salió de su casa de Puerto General San Martín tras recibir un llamado. La frase se convirtió en un mantra que Alberto sigue repitiendo. A diez años de esa noche, todavía no tiene noticias de los huesos de Paula.

El caso Perassi es uno de los más resonantes de la década. Los padres de la mujer, que tenía 34 años cuando desapareció, están convencidos que a su hija la mataron y que hubo una trama de complicidades para que su cuerpo no se encuentre, encabezada por el matrimonio de Gabriel Strummia, empresario de la región, con quien Paula mantenía una relación, y Roxana Michl, su esposa.

Ese entramado, para Alberto y Alicia Perassi y sus abogados, incluyó también a altos funcionarios policiales de la provincia, otros de menor rango y algunos civiles.

Paula estaba embarazada de seis semanas cuando desapareció. El hijo que llevaba en su vientre, de acuerdo a la investigación, era de Strumia. La defensa cree que antes de asesinar a Paula los agresores le practicaron un aborto no consentido.

«Mi esperanza sigue siendo la misma. Yo trabajé siempre para esto, no para meter preso a nadie, sino para encontrar los huesos de mi hija. Quiero que alguien se quiebre y me diga qué hicieron con los huesos de Paula», reclamaba Alberto, en una entrevista en Radio Mitre, en el comienzo del juicio que se realizó en Rosario en 2019, con resultados que la familia, seguramente, prefiere no recordar, dadas las absoluciones de los principales acusados.

El caso avanzó y en mayo de este año, después de una serie de idas y vueltas judiciales, la Justicia ratificó las prisiones efectivas de 17 años para Strumia y la de seis años y medio para Michl, por privación ilegítima de la libertad. Sin embargo, los huesos de Paula todavía no aparecieron.