La piel de los párpados es considerada la más fina de todo el cuerpo. Son repliegues membranosos de piel que cubren los ojos y que tienden a caerse por efecto de la gravedad provocada con el paso del tiempo.

“Al ser una piel muy fina y sensible tiende a resecarse y agrietarse con facilidad” explica Claudia Calderón, Dermatocosmiatra.

“Con respecto al tratamiento es importante evitar el uso de productos irritantes, ni alergénicos. Por el contrario, es conveniente utilizar emulsiones livianas y acuosas para hidratarlos correctamente” detalla.

Arrugas en los párpados

• Equilibrar el componente hídrico: usar productos que formen un film oclusivo para evitar la pérdida de agua. Y activos que aporten moléculas de agua y las retengan.
• Lípidos: ceramidas, glicerinas, etc.
• Hidratantes: urea, avena, pantenol, etc.
• Humectantes: ácido hialurónico, colágeno, elastina, etc.
• Antioxidantes: sustancias que neutralizan las moléculas dañinas. Vitamina C, A, retinol, etc.
• Otros activos como el argireline: ayudan a relajar la contracción muscular.

 

¿Se pueden tratar las bolsas?

Las bolsas pueden ser hereditarias y de contenido graso o referir una importante retención de líquido.

Si las bolsas son de origen graso el único tratamiento eficaz es la blefaroplastia para eliminar el exceso de piel. Es una cirugía médica.

Si en cambio son por acumulación de líquido, las causas pueden ser falta de sueño, estrés, exceso de sal, alcohol, etc.

 

Ojeras: huellas que deja el paso del tiempo

Al pasar los años la piel de esta zona que ya de por sí es muy fina se adelgaza aún más dando lugar a un tono azulado o amarillento.

“Para mejorar la circulación es conveniente elegir activos como la centella asiática, fucus, té verde y descongestivos como la manzanilla, tilo, malva y avena. También, son buenos los péptidos como la cafeína”.