Paro general en Rosario: dispar acatamiento y una importante marcha en el centro de la ciudad
Si bien hubo zonas donde la actividad fue prácticamente normal, los sindicatos y los movimientos sociales salieron a las calles para sumarse a la protesta nacional.
La tercera huelga nacional convocada por la CGT con el respaldo de las dos CTA contra las políticas del gobierno de Javier Milei tuvo una repercusión dispar en Rosario. El transporte público funcionó, pero muchas oficinas permanecieron cerradas y los bancos no atendieron. En cambio, los shoppings y algunos comercios barriales abrieron sus puertas con normalidad.
El epicentro de la jornada tuvo lugar en el centro de la ciudad, con una nutrida manifestación de gremios como Empleados de Comercio, Luz y Fuerza, La Bancaria, Amsafé y el Sindicato de Prensa, que confluyeron en la plaza 25 de Mayo hacia el mediodía. Las columnas salieron desde distintos puntos, como la sede de Luz y Fuerza, y atravesaron las calles céntricas.
“Al cumplirse 16 meses del gobierno nacional, volvemos a plantear la dramática situación de los trabajadores, jubilados y pensionados. Todas medidas que son cada vez más perjudiciales para todos estos sectores”, expresaron los oradores ante una plaza colmada.
Otro punto de alta convocatoria fue la zona de Presidente Perón y Circunvalación, donde hubo una olla popular organizada por el Sindicato de Recolectores y agrupaciones sociales como la CCC y Barrios de Pie.
Asimismo, desde ATE Rosario valoraron la jornada como un gesto de unidad: "Las y los trabajadores estamos en las calles por nuestros derechos, por la soberanía y por el futuro".
En contraste a las movilizaciones, hubo sectores como Echesortu o Avenida Alberdi, donde la jornada transcurrió con cierta normalidad. En este sentido, desde la Cámara de Supermercadista subrayaron que tanto la atención al público como los proveedores desarrollaron sus tareas de forma habitual.
Por otro lado, dentro del ámbito educativo, el gremio Sadop remarcó que hubo docentes privados que adhirieron al paro a pesar de que la provincia anunció descuentos por inasistencia. La participación, de todas formas, fue parcial, con muchos establecimientos abiertos y una considerable cantidad de alumnos ausentes.
En este aspecto, el gobernador Maximiliano Pullaro minimizó el impacto. "En la provincia de Santa Fe hubo un muy bajo acatamiento. Nuestra mayor preocupación era que los chicos estén en la escuela el día de hoy. Por eso tomamos la medida de descontar el día a quienes adhirieran el paro", resaltó el mandatario, y agregó: "Acá ni los Moyano, los Beligoni ni los Baradel nos van a decir cuándo damos clases o no en la provincia”.
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