Desde Tailandia —donde se encuentra de viaje junto a empresario y representantes de la Provincia— el gobernador Miguel Lifschitz opinó sobre los tiroteos que tuvieron lugar el martes por la noche a dos casas donde supo vivir el juez Ismael Manfrín. Señaló que «es un mensaje intimidatorio para la Justicia en general, para los jueces y fiscales que investigan a bandas de narcotráfico. Un claro acto de intimidación sobre la Justicia en general, sobre la Justicia de Santa Fe, y la Justicia Federal».
«Estamos ante una organización que ha sido desmembrada y sus referentes han sido condenados con penas muy altas, incluso han sido trasladados a cárceles federales para evitar que puedan seguir actuando desde la cárcel o influyendo en acciones de violencia en Rosario», dijo, en relación a los traslados de «Guille» Cantero y «Ema Chamorro.
Pero lejos de demostrar temor, aseguró que «vamos a coordinar con Nación las acciones a seguir. No sólo para encontrar a los responsables de esta balacera, sino para profundizar en cada una de las causas que están en curso», cerró.
