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viernes 26 de abril del 2024

Para la revista “Times” Kim Jong-Un es el hombre del año

Si a Kim Jong-un le faltaba algo para convertirse en el hombre del año, el lanzamiento de un misil -con capacidad de portar una cabeza nuclear- que puede llegar a Estados Unidos, lo acerca a esa distinción que otorga la revista Time.

Después de todo, esa publicación estadounidense eligió en 1938 a Adolf Hitler, no por sus virtudes como jefe del gobierno alemán, sino porque ya había empezado a mostrar algunas señales del autoritarismo con el que pretendía conquistar el mundo.

Esta semana, el presidente Donald Trump -elegido la persona del año en 2016- dijo que había declinado esa oferta para el año en curso.

Pero Time desmintió esa información del mandatario y dijo que dará a conocer su elección el próximo 6 de diciembre.

Después de dos meses de paréntesis, durante los cuales la Casa Blanca creyó que podría abrirse algún tipo de diálogo con Pyongyang, la prueba de un misil intercontinental del pasado 29 de noviembre ha hecho añicos los esfuerzos realizados por funcionarios estadounidenses y norcoreanos para impulsar nuevas conversaciones de paz.

Lo cierto es que, más allá del premio que otorga Time, no hay otro líder que haya aterrorizado al mundo como Kim, un líder venerado como un dios en su país y cuyos cortes de cabello (con los parietales al ras) son imitados masivamente por los jóvenes de Corea del Norte.

Obviamente, el competidor de Kim es Trump. No hay otro líder que se le acerque por su locuacidad. Uno y otro se han pasado el año amenazándose y peleándose como dos chicos que quieren volver a los tiempos de la Guerra Fría.

Pero, en los últimos meses, la desconfianza entre Washington y Pyongyang está alcanzando niveles nunca vistos, y se agravó aún más después que Corea del Norte lanzara su misil balístico intercontinental, que cayó en el mar de Japón tras alcanzar una altura inédita de 4.475 kilómetros.

Según los expertos, si el misil hubiera sido disparado en una trayectoria estándar, y no hacia arriba, habría alcanzado unos 13.000 kilómetros de distancia, suficiente como para llegar a cualquier parte de Estados Unidos.

Lejos de protestar como suele hacer con otros ensayos norcoreanos, Corea del Sur lanzó horas después un misil que puede destruir un búnker antinuclear. Su objetivo sería destruir lugares estratégicos donde se refugiarían los mandos de Pyongyang en caso de guerra.