El especialista en Nutrición y Entrenamiento Deportivo Jorge Andrea sostiene que “muchas veces la panza hinchada y dura puede ir asociada a otros problemas como flatulencias, retención de líquido, falta de energía, irritabilidad, reflujo, acidez y migrañas”.
Causas más habituales
- Intolerancia: a uno o más alimentos.
- Consumo de ultraprocesados: contienen químicos, azúcares, harinas y grasas refinadas.
- Desorden alimenticio: comer rápido y a deshoras, picar snacks, etc.
- Estrés.
- Practicar poco ejercicio físico.
“Estos hábitos alteran la microbiota intestinal produciendo gases y ácidos grasos volátiles que generan constante inflamación” agrega.
¿Qué es la microbiota intestinal?
Es el conjunto de células microbianas (hongos, bacterias, virus, arqueas) que colonizan nuestras mucosas y piel. Conviven con nosotros cumpliendo funciones protectoras, metabólicas, etc.
Los alimentos que producen mayor hinchazón son las grasas y diversas frutas y verduras. Por lo tanto, muchos productos que forman parte de lo que se considera una dieta sana pueden contribuir a esa distensión.
Recomendaciones
- Organizarse.
- Planificar las comidas con anticipación.
- Ponerse horarios y respetarlos.
- Priorizar la calidad de los alimentos en vez del aporte energético.
- Darse tiempo para comer.
- Evitar gaseosas y consumir agua.
- Hacer ejercicio.
- No fumar ni tomar alcohol.
- Consumir alimentos fuentes de Omega 3 y fibra.
- Incluir alimentos ricos en polifenoles como frutos rojos, cacao amargo y té verde.
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