La crisis económica agudizada por la pandemia generó desmesurados aumentos de precios en los alimentos. En el últimos mes la harina llegó a las panaderías con un incremento del 20 por ciento por parte de las empresas proveedoras, algo que afectó directamente los bolsillos de los comerciantes, quienes por el momento no trasladaron el alza a los consumidores.
«En los últimos 30 días el tema de los aumentos estuvo delicado», lamentó Diego Rubio, representante del sector, quien reconoció que el problema fundamental radica en el alza del valor de la harina, que oscila en el 20 por ciento. A eso se sumó la suba de entre el 30 y 35 por ciento de grasas, aceites y derivados.
En ese sentido, se quejó de la concentración del mercado de proveedores en tres grandes empresas, que «empujan el precio (de la harina) hacia arriba».
Además, recalcó que los valores de la margarina aumentaron cerca del 25 por ciento. La materia prima que menos subió fue la manteca, con un 10 por ciento. «La manteca y los quesos aumentaron muchísimo menos y los aceites y la harina muchísimo más», destacó.
Por otra parte, Rubio afirmó que los panaderos aún no trasladaron los incrementos a los mostradores. «Lo que creemos todos es que tiene que ver (los aumentos) con la especulación de estas empresas y en algún momento lo van a tener que acomodar».
«Estamos esperando que el Gobierno se siente con estas empresas y que a nosotros nos lleguen precios reales. Si trasladáramos los aumentos a los mostradores nuestros productos quedarían inaccesibles», concluyó.
