Sin lugar a dudas, este ha sido el año de la revolución del fútbol femenino. La selección argentina volvió a disputar un Mundial de mayores tras 16 años, quedando eliminada en primera fase apenas por diferencia de gol, a un paso de los octavos de final. Sumado a ello, se anunció la semi profesionalización de la Primera División, torneo histórico que se está llevando a cabo y en el cual cada uno de los 17 planteles participantes tienen al menos ocho jugadoras contratadas.
En las últimas horas se confirmó otro gran logro: la AFA y Futbolistas Argentinos Agremiados acordaron que aquellas jugadoras que queden embarazadas seguirán percibiendo el sueldo acordado con sus clubes durante todo el período en el cual no estén habilitadas para ser utilizadas en sus equipos.
De esta manera, las futbolistas ingresaron dentro del Convenio Colectivo de Trabajo bajo un régimen semi-profesional, similar al de la Primera C masculina. La medida histórica, un derecho más ganado, está especificada en el boletín 5717 de AFA.
A su vez, dentro de las especificaciones que indica el caso, la resolución entre AFA y la FFA marca que las jugadoras, previo a la disputa de un partido, deberán firmar una declaración en la que confirman que no están embarazadas. En el caso de no hacerlo, se tomarán la decisión como una “falta grave”, indica el primer punto de la resolución.