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viernes 26 de abril del 2024

Obligados

El nuevo pliego del transporte se tiene que poner en marcha el 1° de septiembre y es por eso, ya sin margen de maniobra, que se presentó en el Salón Carrasco del Palacio de los Leones los detalles de cómo será su aplicación. Una empresa pública y dos privadas se harán cargo del servicio. Por cómo está la economía, arrancará más por obligación que por convicción.

La intendenta Mónica Fein estaba atada de pies y manos, debía poner primera para el nuevo pliego o pagar sola el costo de una nueva prórroga del sistema del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). Desde que en 2017 se aprobó el pliego, cambiaron muchas cosas que hicieron que las condiciones pautadas se hayan corrido.

La economía en general, la suba del dólar, la eliminación de subsidios, la relación general entre el Municipio y Nación y la implementación del sistema de la Tarjeta Sube por sobre la Movi hicieron que haya que analizar todo de nuevo. De hecho, todo este combo hizo que las empresas privadas tuvieran que revisar todos los números para confirmar que participarían de los pliegos que les habían adjudicado.

El sistema se va a dividir en tres: la empresa Movi, pública, y las empresas El Cacique y Rosario Bus, privadas, se van a repartir la conectividad del TUP. Rosario Bus seguirá con las líneas del norte, el oeste y el sur, mientras que los mendocinos se harán cargo del sur oeste y sur este. El resto será del Estado Municipal.

Cuando se llamó a la licitación de los pliegos el dólar estaba 18 pesos, hoy cuesta casi 32. La nafta aumentó en un 50%, los costos salariales un 30%, bajó la cantidad de gente que se sube al colectivo, los subsidios en 2019 van a ser anulados por el Gobierno Nacional y desde la Secretaría de Transporte de la Nación exigen que sobre fines de año el sistema de pago mute todo hacia la Sube. Los colectivos que debían comprar, entonces, pasaron de costar 2,5 millones de pesos a 4,5 millones de pesos.

Todo esto, más la recesión que se atraviesa en materia económica a nivel nacional, habían puesto en duda la llegada de El Cacique. Sin embargo terminaron confirmando. Lo cierto es que la Intendenta quería poner en marcha y sobre el andar ir haciendo los ajustes, porque el costo de una nueva prórroga iba a ser todo para ella y los concejales ya le habían adelantado que no le votarían un nuevo impasse.

Ahora tienen 120 días para cumplir con todos los requerimientos, y sobre el verano se espera que cambien las líneas y los recorridos. Todos coinciden con que el nuevo sistema va a ser superador, pero habrá que ver cuánto tiempo lleva ahora poder aplicarlo para que los disfrutemos todos los rosarinos. Pareciera que la decisión fue tomada casi por obligación, y no tanto por convicción, por lo expuesto en esta columna.