La ciudad atraviesa una semana ardiente. Los más de 30ºC que se sienten – y padecen – desde el fin de semana tienen poco de primavera y mucho de verano. Y frente a eso, y a las obligaciones laborales y escolares, los rosarinos hacen lo posible por pasar la jornada lo mejor posible: desempolvando musculosas y vestidos, rastreando pantalones frescos, comprando sandalias y vestidos a último momento.
La máxima de este martes, informaron desde el Servicio Meteorológico Nacional, llegó a los 33,2ºC a las 15. El lunes, a la misma hora, la temperatura llegó dos puntos más lejos. Y todo indica que el promedio continuará a lo largo de la semana. Lo cierto es que hay que armarse de paciencia y frescura, porque las altas temperaturas continuarán y recién el viernes se vislumbra la posibilidad de lluvias, aunque la máxima no dará tregua y trepará los 29ºC.
