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jueves 02 de mayo del 2024

Dos miradas sobre el aborto: “No es promoción, es una cuestión de salud pública”

 

«Hay que derribar esta imagen de que es una cuestión de despreocupación y de irresponsabilidad por parte de las mujeres porque es en realidad, todo lo contrario”.

Miles de personas –mayormente mujeres- se movilizaron este 18 de febrero frente al frente al Congreso de la Nación  con una consigna clara: “Aborto, legal, seguro y gratuito”. La concentración fue convocada a través de la Campaña Nacional que desde hace años viene luchando por la despenalización de dicha práctica.

«En el país se aborta cinco veces más que el resto de los países donde la práctica, es legal».

Con pañuelos verdes y una intensa actividad en las redes sociales, las mujeres argentinas participaron de la manifestación que se muestra como una gran antesala a lo que será el paro internacional del 8 de marzo por el Día de la Mujer.

Según Amnistía Internacional, en Argentina se realizan casi medio millón de abortos por año. Esto implica que casi un 40% de los embarazos no se lleva a término. De acuerdo a datos del Ministerio de Salud de la Nación, en 2012 murieron 33 mujeres a causa de embarazos terminados en aborto. Dos de ellas eran adolescentes menores de 20 años y 7, jóvenes de entre 20 y 24 años. En 2013, el 50% de las muertes por embarazo terminado en aborto correspondió a mujeres de 15 a 29 años, entre ellas nueve de adolescentes de 15 a 19 años.

Es decir, en el país se aborta cinco veces más que el resto de los países donde la práctica, es legal.

Sin bien los datos son claros y totalmente alarmantes, la discusión y el tratamiento político se encuentra totalmente paralizado.

Para entender un poco la problemática, la antropóloga Soledad Catuli dialogó con el programa “El Puente” de Radio Mitre Rosario y dijo que el debate en la sociedad “ya está dado” pero que “falta pensar en un mapa de legislaciones”.

“Desde el año 2006 tenemos una ley de educación sexual integral que la verdad es bastante vanguardia a nivel  mundial. En la legislación teníamos un programa que funcionaba bastante bien pero hay que sostenerlo con recursos”, señaló.

«Hay que entender que esto es un problema de salud pública»

Catuli manifestó la necesidad de la despenalización para “sacar de la clandestinidad a un montón de mujeres”.

“No podemos dejar de pensar en Ni Una Menos, bajar las tasas de femicidios, si dejamos de mirar este otro problema que ocurre, que está latente”, expresó y remarcó: “Para este debate la sociedad está preparada. El estado debería estarlo, tiene que estar a la altura, debe garantizar los recursos para atender que este problema que es de salud pública”.

Por su parte, la sexóloga y psicóloga Silvana Savoini, fue contundente y expresó: “Acá no se trata de convencer a nadie de cambiar su postura que dependerá de su sistema de creencias, de sus valores, de su ideología y eso está bien que sea diverso. Acá la cuestión es poder empezar a pensar el aborto o la interrupción del embarazo  como una problemática de salud”.

“Acá no se trata solo de garantizar el derecho a la interrupción legal del embarazo adhiriendo a esa modalidad o no, sino, de asumir y aceptar las cifras de abortos clandestinos que se producen año tras año en nuestro país y que pone en riesgo severamente la vida de muchísimas mujeres. Muchas de ellas fallecen en esos procedimientos y muchas otras quedan internadas”, añadió.

A su vez, aseguró que “si la mujer está decidida a interrumpir su embarazo por distintas circunstancias lo va a hacer sea legal a no y la que no acuerda por sus principios y creencias, que esto sea legal no la obliga, no es una apología del aborto”.

Savioni puso el foco en la necesidad de hacer entender que la discusión “no tiene que ver con promocionar la interrupción del embarazo” pero sí enfatizó en “promocionar la educación sexual para evitar los embarazos no deseados”.

“Hay que profundizar la accesibilidad a los métodos anticonceptivos pero hay circunstancias que van más allá de esto y  que justamente en muchos casos son consecuencias de que todavía carecemos como sociedad de la educación sexual que necesitaríamos, pese a los avances que hubo. Todos tenemos a alguien en nuestro entorno que conocemos que practicó un aborto en algún momento. Antes de enjuiciar, somos humanos y estas son problemáticas muy complejas. Hay que derribar esta imagen de que es una cuestión de despreocupación y de irresponsabilidad por parte de las mujeres porque es en realidad, todo lo contrario”, conluyó.