La cartera sanitaria nacional destaca la importancia de las medidas de cuidado y prevención frente a virus respiratorios que son causantes de neumonías y bronquiolitis, especialmente en niñas y niños menores de 4 años.
La mayor incidencia de las infecciones respiratorias se explica también por el desplazamiento que han sufrido en los años anteriores a raíz del SARSCoV-2. En Argentina, como a nivel global, la circulación de influenza y de otros virus se interrumpió con la llegada de la pandemia por COVID-19, especialmente durante los años 2020 y 2021. Luego de este período, el virus de la gripe volvió a circular con un comportamiento inusual, por lo que resulta importante que las personas que presenten algún factor de riesgo se vacunen oportunamente, idealmente antes del comienzo del invierno.
La vacuna antigripal, disponible de forma gratuita en todos los vacunatorios y hospitales públicos del país, se puede coadministrar junto con las otras vacunas del Calendario Nacional y con la vacuna contra la COVID-19. Cuando se concurra, se sugiere llevar el carnet para que pueda ser chequeado y se completen los esquemas de todas las vacunas en caso de corresponder.
Las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB) son enfermedades que afectan a los oídos, nariz y garganta hasta los pulmones. Son ocasionadas en su mayoría por virus, aunque también pueden ser bacterias o parásitos, que se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva que expulsamos al toser o estornudar. También puede ser por contacto con superficies contaminadas como son manijas de las puertas, barandas del transporte público, mesas o escritorio, entre otros. Generalmente no requieren de antibióticos para su tratamiento y no suelen durar más de 15 días.
Medidas preventivas
Desde la cartera sanitaria nacional se remarca la importancia de tomar medidas preventivas como la ventilación de los espacios cerrados y el lavado de manos; no concurrir a los lugares de trabajo o escuela si presentan síntomas; y consultar al equipo de salud ante la aparición de los primeros síntomas, especialmente, en personas recién nacidas y niñeces de mayor riesgo.
Los síntomas más comunes son: dificultad para respirar, agitación, fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, conjuntivitis, dolor de garganta, de cabeza y muscular.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Bajo peso al nacer o nacidos prematuros.
- Lactancia materna ineficaz.
- Hacinamiento.
- Exposición al humo.
- Desnutrición.
- Esquemas incompletos de vacunación.
Para prevenir enfermedades respiratorias es importante:
- Lavarse las manos periódicamente, especialmente después de tocar manijas, dinero, objetos de oficina, juguetes de otros niños/as, etc.
- Usar alcohol en gel cuando no haya agua y jabón para lavarse las manos.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo.
- Limpiarse la nariz con pañuelos descartables.
- Evitar el contacto con personas que tengan enfermedades infecto-contagiosas.
- Evitar el humo de cigarrillos y braseros cerca de los niños y niñas.
- Ventilar siempre los ambientes.
- Mantener los esquemas de vacunación al día.
¿Cuáles son las señales para detectar si tu hija o hijo tiene una posible infección respiratoria y debés llevarlo rápido a un centro de salud?
- Respiración rápida, con silbidos o ronquidos.
- Se le hunde el pecho al respirar.
- Tiene más de 38° de fiebre de manera persistente.
- Tiene mocos.
- Pérdida del apetito.
- No puede beber o amamantarse.
- Está decaído/a y se ve enfermo/a.
¿Qué hacer si tu hija o hijo tiene una infección respiratoria?
- Acudir inmediatamente a un Centro de Salud más cercano.
- No automedicarlo. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
- Mantener reposo en la casa mientras continúen los síntomas.
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