La llegada del calor aumenta la presencia de los mosquitos y las picaduras suelen ser habituales sobre todo en los más pequeños.
Resulta fundamental prevenirlas con el uso de repelente y en el caso de que ya el mosquito haya atacado, actuar correctamente para evitar infecciones o que la picazón empeore.
“Ante todo no hay que desesperarse: la picadura de mosquito no suele ser muy peligrosa, aunque sí muy molesta. El mosquito inyecta saliva para que la sangre no se coagule, de esta manera puede tomarla. Esta saliva es irritante y causa la reacción tan conocida por todos” explica Sabrina Critzmann, médica especialista en Pediatría y puericultora.
Qué hacer después de una picadura
- Mantener la zona limpia: si los niños se rascan pueden ingresar bacterias en la piel causando una infección más grave.
- Colocar pasta al agua: se trata de un preparado farmacéutico a base de óxido de zinc (mismo compuesto que se usa para paspaduras).
- Si la picadura se inflama mucho recurrir al pediatra de cabecera.
- La picadura puede persistir varios días, incluso inflamada o causar reacciones como el prurigo, manifestación dermatológica que se da por hipersensibilidad en la piel.
Repelentes: aliados para prevenir picaduras
“Algunas personas somos más sensibles a las picaduras. Depende del tipo de piel, por eso es tan importante cuidarla y sobre todo prevenir las picaduras de mosquito, que además de ser muy molestas pueden transmitir enfermedades como el dengue” agrega Sabrina.
En el año 2016, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) modificó sus recomendaciones acerca del uso de repelentes en niños:
- Se aconseja su uso a partir de los dos meses de vida.
- El repelente se coloca por encima del protector solar.
- Se coloca en las manos del adulto y luego se pasa por el cuerpo del niño o niña, excepto zonas que se chupen. Se puede utilizar crema, spray o gel.
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