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jueves 25 de abril del 2024

Acribillan a un joven en la zona oeste

Milton Nahuel Gonzales, de 17 años, murió en el Heca a las 20.30 de ayer. El joven tenía múltiples heridas de arma de fuego y los médicos no pudieron hacer nada para salvarlo. El «Turro»— como le decían en La Granada, su barrio de crianza— había tenido un día muy largo.

Desde el principio

Rosario Nuestro pudo reconstruir las últimas horas del joven, en base a los testimonios de sus vecinos. Todo comenzó ayer por la tarde, cuando una persona llegó desde barrio Tango a La Granada para ofrecerle un negocio al «Turro». Él lo iba a ayudar a vender una mercadería en la zona oeste. Milton tenía que llevarla y allí lo iban a esperar sus clientes. Su interlocutor se ofrecía como garante, para que todo se hiciera con absoluta tranquilidad.

Gonzales, confiado a medias, decidió ir al encuentro con su amigo Matías V. como escudero. Cargaron la mercadería en un Volkswagen Gol color gris y cruzaron la ciudad. Por las dudas fueron armados, aseguraron sus allegados.

El encuentro entre el «Turro» y sus clientes se produjo en Magaldi al 8700. Allí, el chico de 17 años fue emboscado. «Parece que el comprador cayó con varios tipos. Lo encañonaron y le sacaron la mercadería. El quiso arrancar una pistola y lo cagaron a tiros», contó un joven de La Granada.

Luego del tiroteo Matías V. cargó a su amigo en el asiento del acompañante del Gol gris y lo llevó hasta el Policlínico San Martín, de Chubut al 7100.

El escudero del «Turro» intentó dejarlo en el centro de salud y escapar del lugar, pero fue arrestado por un grupo de policías, tras una breve persecución. Según la información brindada por el Ministerio de Seguridad, Matías tenía dos heridas de bala: una en la ceja derecha y otra en el muslo izquierdo. El auto también tenía varios impactos.

Mientras el joven arrestado era trasladado a la subcomisaría 22°, una ambulancia del SIES fue a buscar a Milton Nahuel Gonzales para llevarlo al HECA, en un intento desesperado por salvarle la vida.

Ni hijo, ni ahijado

Cuentan en barrio La Granada que a Milton Nahuel “Turro” Gonzales le gustaba hacerse cartel. Morochito, de pelo largo y rulos; callejero y atrevido. La referencia era inevitable: “El pibito durante mucho tiempo dijo que era hijo del Pájaro Cantero. También dijo que era el ahijado, pero no tenían nada que ver. Lo que pasa es que en el barrio ser familia del Pájaro te da buena chapa”, contó a Rosario Nuestro un vecino de la zona.

La mentira adolescente le costó cara al “Turro”. A comienzos de año un grupo de uniformados de Gendarmería Nacional lo interceptó en la calle y, de acuerdo a la denuncia presentada por su mamá, lo torturó en forma salvaje. Según explicó un amigo del joven, durante una noche de lluvia y frío, al “Turro” lo desnudaron, ataron con una soga y lo dejaron parado a la intemperie, junto a la camioneta en la que se movían los gendarmes. Luego lo llevaron hasta el Parque a la Bandera y amenazaron con tirarlo al río: “Estaban re ensañados con él. Gendarmes, policías, todos. Lo verduguearon mal al pibito. Lo vivían cagando a palos”.

El auto del Turro

Voceros oficiales señalaron que el auto en el que se movían Milton y su amigo Matías está sindicado como el vehículo desde el cual un grupo de desconocidos balearon el frente de una casa de Mendoza al 9900 momentos antes del homicidio.